Las mujeres del PSC presionan para que la paridad de sexos sea obligatoria en el partido
Las mujeres del PSC encuentran resistencias a su pretensión de que el congreso del partido establezca con carácter imperativo la paridad de sexos en la composición de los organismos de dirección y las candidaturas electorales. No es una resistencia frontal, han explicado varias militantes que participan en el debate precongresual, sino un intento de evitar la obligatoriedad alegando dificultades prácticas para conseguir, por ejemplo, el mismo número de candidatas que de candidatos en las elecciones municipales, sobre todo en localidades pequeñas.
En los debates que se llevan a cabo estos días en las agrupaciones del PSC sobre las ponencias del congreso hay, en líneas generales, dos posiciones en la cuestión de la paridad entre sexos. Una de ellas es la que propone introducir en los estatutos una declaración genérica en favor de la paridad "en línea con los avances que se están produciendo en los países europeos". Esta posición fue rechazada el sábado pasado por el consejo de mujeres del PSC, por considerar que a estas alturas los estatutos no deben incluir posiciones de tipo declarativo, sino establecer mecanismos concretos. Una versión aún más aguada de esta posición es la enmienda que acepta la paridad, pero la condiciona a aplicarla "siempre que sea posible".La otra posición es la que propone concretar que por paridad se entiende "una cuota de representación que no será inferior al 40% ni superior al 60% para cada uno de los sexos". Es la que asume la mayoría del consejo de mujeres y la que confían que prospere en el congreso, pese a todas las resistencias. Hay también, no obstante, una versión más contundente, que propone que "en todos los puestos de dirección y representación estarán presentes en un 50%" las mujeres. Y que esta misma igualdad de género se aplique también en los actos públicos y en la incorporación de independientes.
En la campaña de las elecciones autonómicas de octubre de 1999, Pasqual Maragall se comprometió a aplicar la paridad si conseguía formar gobierno en la Generalitaty dio un impulso a la presencia de mujeres en su candidatura. Las mujeres pasaron de representar el 16% del grupo a ser el 33%. Los hombres son todavía el 67% del grupo parlamentario del PSC-Ciutadans pel Canvi en el Parlament.
La nueva dirección
En las elecciones al Congreso de los Diputados celebradas hace tres meses, la aproporción de diputadas electas fue del 35%, por el 65% de diputados. Mucho más reducida es la proporción de mujeres en el grupo de la Entesa Catalana de Progrés en el Senado: de 2 sobre 10. Igualmente reducida es la proporción de alcaldesas: el 11,5%.
La implantación de la paridad con carácter obligatorio repercutirá directamente, si prospera, en la composición de la comisión ejecutiva del partido que surja del congreso. Las mujeres son en la actualidad el 29% de este organismo de dirección, compuesto por 54 miembros. Una de las pretensiones de los líderes del partido es reducir drásticamente este número, para que en vez de ser un órgano deliberante pueda ser efectivamente ejecutivo. Algunos dirigentes hablan de dejarlo en 25 miembros, todos con secretarías a su cargo.
Pero una reducción de esta proporción se convertiría en una purga si además se aplica la paridad de género. Significaría que sólo 12 o 13 de los varones actualmente integrantes de la comisión ejecutiva podrían continuar en la próxima. Y aunque entre las bases del partido hay un fuerte deseo de renovación, existe también la voluntad decidida de llevarla a cabo de forma no traumática. Por esta razón hay destacados dirigentes socialistas que están convencidos de que la nueva comisión ejecutiva no tendrá menos de 35 miembros, cifra que ofrece un mayor margen de maniobra para combinar renovación, continuidad, paridad y representación territorial.
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