Menos del 30% de las empresas familiares supera una generación

Las empresas familiares españolas tienen un problema de supervivencia como tales. Sólo entre un 25% y un 30% logra pasar a la segunda generación y poco más del 10% alcanza la tercera. La mayor parte de ellas cambia de manos. Sin embargo, estas sociedades aportan un 65% del producto interior bruto y emplean a un 80% de los trabajadores de la empresa privada. Con estos datos como punto de partida nacerá el próximo mes de julio la Fundación Nacional para el Desarrollo de la Empresa Familiar (Fundesfam), que pretende solucionar los problemas de estas empresas.Uno de los impulsores de la fundación, el abogado Ángel Ugalde, cree que la empresa familiar está muy discriminada desde el punto de vista laboral y fiscal. Aunque una ley de 1996 permite aplicar una reducción del 95% en el impuesto sobre sucesiones (el que rige en el traspaso de una empresa de un familiar a otro), se exige que quien abandona la compañía tenga más de 65 años. Según los promotores de la fundación, este aspecto no favorece la renovación en el seno de las empresas.

La empresa familiar cuenta con un bajo grado de agrupamiento en España. Aparte de algunas entidades locales, sólo existe el Instituto de Empresa Familiar, que engloba a poco más de 100 empresas de los 1,3 millones que existen en España, según Fundesfam. Este dato representa, aproximadamente, el 70% de las empresas españolas.

También en el ámbito europeo se empiezan a tomar medidas. Las empresas familiares europeas celebrarán los próximos días 7, 8 y 9 de junio su primer congreso, que reunirá a 300 empresarios, políticos y expertos. El congreso será clausurado por el primer ministro portugués y presidente de turno de la Unión Europea, António Guterres.

El presidente de la Confederación Europea de la Empresa Familiar, Mariano Puig, y el director general del Instituto de la Empresa Familiar, Fernando Casado, destacaron ayer que el 60% de las empresas europeas son familiares y emplean a 100 millones de personas.