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Los golpistas de Fiyi siembran la violencia en el centro de la capital

Un policía de Fiyi resultó muerto y una emisora de televisión fue saqueada ayer cuando una multitud de simpatizantes de George Speight, quien ha intentado dar un golpe de Estado en la isla, tomó el centro de la capital, Suva. Speight, quien el pasado 19 de mayo asaltó el Parlamento y retiene allí al primer ministro, Mahendra Chaudhry, señaló ayer que la crisis podría resolverse en 48 horas con la liberación de los rehenes.

Durante la manifestación se escucharon varios disparos en las cercanías del Parlamento y de la residencia presidencial. Según informó la policía, había más de 100 indígenas armados. Precisamente Speight asaltó el Parlamento alegando la defensa de los indígenas, que han tenido que compartir las instituciones oficiales con otras etnias procedentes de la inmigración. El primer ministro, Mahendra Chaudhry, es de ascendencia india, mientras que el presidente del país, Ratu Sir Kamisese Mara, es de origen nativo. Los inmigrantes indios (el 40% de la población) dominan sectores claves en la economía tales como la industria del turismo y el azúcar en esta nación de 813.000 habitantes.Después de escucharse los disparos, la multitud se dirigió hacia el centro de la ciudad precedida por dos camionetas a bordo de las cuales viajaban hombres armados. Varios periodistas presentes señalaron que algunos de los pistoleros pertenecían al grupo de Speight y que habían estado en el interior del Parlamento. Los manifestantes se dirigieron a las instalaciones de la televisión estatal de Fiyi, que horas antes había emitido un reportaje sobre la crisis en el que se había mostrado crítica con el intento de golpe de Estado de Speight, un antiguo vendedor de seguros. Tras el ataque, los alborotadores prosiguieron su camino hacia el centro de la ciudad armados con palos y piedras.

Nuevo primer ministro

El pasado sábado, el presidente Mara nombró un nuevo primer ministro y, en un intento de calmar los ánimos, anunció que estudiará medidas de inmunidad para Speight. Mientras, en el interior del Parlamento, el líder del golpe se mostró optimista sobre el final de la crisis. "Creo, desde el fondo de mi corazón, que estamos muy cerca de una solución, si no en 24, sí tal vez en 48 horas", señaló. El cabecilla de la revuelta insistió en que el presidente Mara debería presentar la dimisión y que el Consejo de Ancianos (órgano de representación de la población indígena) debería estudiar algunas de sus propuestas antes de acceder a la liberación de los rehenes, entre los que se encuentra una hija de Mara.

La tensión interracial ha ido aumentando en el país a medida que pasan los días con el Parlamento secuestrado, y la comunidad fiyiana de origen hindú ha comenzado a ser la víctima oculta, con agresiones y persecuciones, de la intentona golpista.

El misionero Richard Millar denunció el pasado sábado que en su región rural, a una hora de Suva, "los desmanes y persecuciones han comenzado contra las familias de hindúes pobres". Millar indicó que las acciones "son salvajes y sin sentido, golpean y arrojan al suelo hasta a los niños, sin pensar y hasta sin sentir nada". El religioso indicó que tuvo que intervenir en varias ocasiones para evitar males mayores, pero no sabe cuánto tiempo los asaltantes respetarán su opinión.

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