El Muvim se abrirá en cinco meses tras la urbanización de su entorno

El Ayuntamiento ha autorizado la urbanización del entorno inmediato del Museo Valenciano de la Ilustración y Modernidad (Muvim) y la reordenación completa del jardín de la calle del Hospital. De esta manera se desbloquea la situación y el museo, que arrastra un gran retraso, "se inaugurará antes del 9 de octubre", según señaló el vicepresidente de la Diputación de Valencia y responsable de Cultura, Antonio Lis. El Muvim nacerá con sustanciales cambios respecto al contenido original.

El Ayuntamiento de Valencia ha puesto muchos obstáculos a la reordenación del jardín diseñado por Guillermo Vázquez Consuegra, autor también del singular edificio. El reputado arquitecto considera que esta actuación es parte fundamental de la intervención arquitectónica global. Al final, la alcaldía ha probado recientemente la intervención en dos fases de todo el jardín, con la condición de cumplir varios requisitos.Lis estima que éstos son asumibles porque no desvirtúan el proyecto arquitectónico. La colocación de unas determinadas farolas elegidas por el Consistorio, la instalación de una o varias unidades de Pipi-can (zona destinada para perros, demandada por los vecinos) y de vallas metálicas de 0,5 metros de altura en todos los macizos ajardinados, la sustitución de los sauces por otras especies debido a las plagas, y la adecuación del sistema de riego son los principales requisitos.

El diputado de Cultura afirma que la primera fase de urbanización del entorno más próximo al museo saldrá pronto a concurso con un presupuesto de 170 millones de pesetas aportadas por la Diputación para poder inaugurar antes del 9 de octubre el Muvim. Vázquez Consuegra manifestó la semana pasada que el museo "no debería abrirse" sin "la mejora de los espacios verdes". La segunda fase de la ordenación depende del Ayuntamiento de Valencia y se acometerá más tarde. El presupuesto asciende a cerca de 400 millones. Para la consecución del proyecto, la Diputación cederá todo estos terrenos de su propiedad al Ayuntamiento.

Menos historicista

El proyecto pretende recuperar para la vida ciudadana un espacio degradado, situado en pleno centro de Valencia. Pero la idea de crear un museo dedicado a la ilustración que puso en marcha el ex presidente de la Diputación, Manuel Tarancón, ha sido muy discutida. Con la salida de Tarancón de la corporación, el museo ha añadido el nombre de modernidad, en detrimento del "exceso historicista" del modelo original para abrirse "a un concepto más universalista de la ilustración", con especial atención a "la incidencia de la modernidad en la realidad social, a través de las nuevas tecnologías, la globalización" y otros aspectos relacionados con la herencia de la Ilustración, según señala Lis.

El diputado de Cultura achaca las numerosas críticas al proyecto y su indefinición a "la falta de información, el provincianismo o la mala intención política" y se muestra abierto a discutir el trasvase de los museos de la Diputación de temática no provincial a la Generalitat. De hecho, el Consorci de Museus, dirigido por la directora de Promoción Cultural, Consuelo Ciscar, se hará cargo de la programación de la gran sala de exposiciones. Lis insiste en que, no obstante, la Ilustración será también atendida. La colección permanente (que ha costado casi 400 millones) tendrá una vida como mínimo de seis años, y se exhibirá en una sala la edición de La Enciclopedia de Diderot adquirida.

El Muvim, cuyo director es Rafael Company, acogerá exposiciones, congresos, seminarios y cursos sobre un amplio programa que va desde la arquitectura, a la biomedicina, pasando por la cibernética y otros contenidos. Será la sede también de la Xarxa de Museus de la Diputación y de la biblioteca de la institución.

El coste íntegro del proyecto del Muvim se eleva a unos 2.500 millones, según Lis, quien subraya que el aumento de 700 millones del presupuesto inicial del edificio (1.000) se debe sobre todo a los restos islámicos hallados que ha habido que conservar y a una estimación inicial no ajustada. En todo caso, Lis destaca que el coste por metro cuadrado del museo es inferior a la media.