Portland arrolla a los Lakers sin recurrir al aluvión de faltas sobre 0'Neal del primer partido

Lejos de la artera maniobra que utilizaron en el primer partido, haciendo continuas faltas personales sobre Shaquille O'Neal, los Trail Blazers de Portland arrollaron ayer a Los Ángeles Lakers (77-106) en el segundo partido de la final de la Conferencia Oeste, que se juega al mejor de siete y ahora marcha 1-1.Fueron los propios jugadores de Portland los que se encargaron de demostrar a su técnico, Mike Dunleavy, que, más allá de otras estrategias, sus verdaderas opciones de eliminar a los Lakers pasan por hacer lo que realmente saben: jugar al baloncesto. Puestos a jugar, nadie lo hizo mejor que Rasheed Wallace. El ala-pívot de Portland aplacó en esta ocasión su mal genio -le han pitado 38 técnicas a lo largo de la temporada, seis de ellas en las eliminatorias por el título y dos en el primer partido contra los Lakers, en el que fue descali-ficado- y fue con 29 puntos y 12 rebotes quien se encargó de romper la igualdad que se había mantenido en el marcador hasta el descanso. Tres triples de Wallace en el tercer cuarto permitieron a los Blazers pegar el tirón definitivo, completando un parcial de 28-8 en este periodo, en el que los Lakers -2 de 15 en tiros de campo- se quedaron a sólo dos puntos del peor registro en la historia de la NBA.

El propio técnico de los La-kers, Phil Jackson, reconoció que su equipo había tirado el partido en su desastroso tercer cuarto. "En el descanso mi mensaje fue que podíamos jugar una segunda mitad mucho mejor, pero salimos y jugamos todavía peor", indicó.

Sin recurrir a lo que en Estados Unidos ya se ha bautizado como Hack a Shaq (ataca a Shaq) -25 tiros libres lanzó la estrella de los Lakers sólo en el último cuarto del primer partido-, Portland supo controlar a O'Neal, que se quedó en 23 puntos -sólo 9 en los tres primeros cuartos- y 12 rebotes. Kobe Bryant, con 12 puntos, fue su único y escuálido respaldo.

Portland, por contra, fue una máquina arrolladora en la que, junto a Wallace, brillaron Pippen -21 puntos y 11 rebotes- y Steve Smith -24 puntos-. "Dedicó este triunfo a todos los que me criticaron", se regodeó el técnico de Portland, Mike Dunleavy. "Demuestra que sí sé de baloncesto y que somos un equipo que puede hacer muchas cosas diferentes, algo de lo que es incapaz la mayoría cuando falla su jugador estrella".

Anoche, por otro lado, Indiana y Nueva York jugaban el primer partido de su serie final. Reggie Miller, escolta de Indiana, calentó los ánimos en las horas previas al asegurar que "odia" al equipo de Nueva York, que ya les eliminó en el 94 y 99 en la final de la Conferencia Este.