Notarios del pasado
Jóvenes arqueólogos consolidan en ocho años su empresa de excavaciones
Son un puñado de arqueólogos malagueños que ha logrado salirse con la suya: comer de la profesión sin trabajar en la administración pública ni tener que dar clases a niños de instituto. Desentierran el pasado, que es lo que les gusta, y viven dignamente de ello. Pero no sólo eso. Han creado una empresa pionera en Andalucía dedicada a realizar excavaciones de urgencia y a apoyar la restauración del patrimonio arqueológico.Los trabajos que desarrollan en la actualidad son una prueba de su consolidado prestigio empresarial. La recuperación del Teatro Romano de Málaga, de las murallas meriníes de Algeciras (Cádiz) y de las torres almenaras de El Rincón de la Victoria. Taller de Investigaciones Arqueológicas S.L. nació hace apenas ocho años, pero ha sabido hacerse un hueco en el mercado andaluz.
Su trabajo consiste en estudiar la riqueza arqueológica de los solares sobre los que se proyectan viviendas o por los que discurre el trazado de una autopista para informar a las administraciones o bien a particulares, de su importancia. Su labor radica sólo en evaluar el yacimiento. Luego son las comisiones provinciales de urbanismo las que, visto el estudio técnico, determinan si se autorizan las obras o se paralizan a fin de proteger el patrimonio hallado.
"Nosotros no decidimos si se autoriza la construcción de una carretera o de un bloque, sólo damos fe de lo que hay". El ejemplo que pone Juan Bautista Salado, uno de los asociados, es clarísimo. Aunque ellos no se quedan en el estudio técnico, sino que con sus trabajos de campo elaboran informes para congresos y publicaciones, una manera de matar el gusanillo de la investigación. Todos son jóvenes. El más veterano es José Mayorga, tiene 38 años y es el gerente. Como socio fundador, explica los orígenes de la empresa. Desde que en 1991 se aprobara la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía, tanto las administraciones como los particulares que pretendan construir en una zona protegida deben contar con un informe arqueológico previo para que se les conceda la licencia de obras.
Los ayuntamientos comenzaron a contratarlos como técnicos, pero el resto de la actividad (búsqueda de peones y de maquinaria) corría por cuenta de esas instituciones públicas. Entonces se plantearon que podían ofrecer un servicio integral, mucho más amplio y ambicioso. Así nació la empresa. Su éxito no tiene secretos. Simplemente supieron ver el campo laboral que se abría con la ley y además lo descubrieron a tiempo. "Existimos porque existe una ley de protección del patrimonio", resume Salado.
Talleres de Investigaciones Arqueológicas es la empresa más antigua de la comunidad autónoma y una de las más fuertes en su ramo. Factura en torno a 60 millones anuales y de media genera más de 30 puestos de trabajo. Mayorga abunda en justificaciones: "Mientras no tienes una familia, tres o cuatro trabajos al año, pueden estar bien; pero si quieres sentar cabeza, esa forma de vida no es viable. La empresa, en cambio, nos da una estabilidad de trabajo durante todo el año".
Dicen que no han tenido demasiadas dificultades para consolidar la sociedad, salvo la competencia desleal de quienes no cumplen sus obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social -que pueden ofrecer presupuestos a la baja- y algún que otro particular que ha sido remiso a pagar porque la riqueza arqueológica recogida en los informes le fastidió un jugoso aparcamiento.
Hoy llueve sobre Málaga. Por eso no han ido al tajo. Aún así están al pie del cañón, en la modesta oficina desde la que gestionan trabajos para toda Andalucía. No descartan ampliar el negocio fuera de la comunidad, aunque "de momento" prefieren ser profetas en su tierra.
María del Mar Escalante, otra de las asociadas, no duda sobre cuál ha sido el mayor acierto: haber podido conjugar sus inquietudes científicas con una empresa rentable.
Salado añade otra perspectiva: dignificar la profesión. "Nosotros estamos demostrando que los arqueólogos somos tan necesarios como los arquitectos y que hay que estar formado para ejercer esta profesión". Confiesan que cuando dicen que trabajan en una empresa de arqueología, mucha gente frunce el ceño. Pero a ellos no le importa.
Datos de interés
Dirección: Diego de Vergara, 34 / Barriada de Gamarra (Málaga)
Empleos: 36
Facturación: 60 millones
Producción: Excavaciones de urgencia y apoyo a la restauración
Para los socios, el mayor éxito ha sido conjugar sus inquietudes científicas con una empresa rentable
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