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Anguita: "La renovación en IU es el mayor timo de la estampita"

Carlos E. Cué

Fiel a su estilo, el todavía coordinador general de IU, Julio Anguita, descalificó ayer el proceso de renovación de la coalición que exige la mayoría de sus dirigentes. "Es el mayor timo de la estampita que conozco", ironizó. Anguita admitió que el proceso de renovación es inevitable y positivo, pero añadió que quienes lo piden con más vehemencia no han sido capaces de explicar, o al menos a él no se lo han contado, en qué consiste.En un encuentro con estudiantes en la facultad de Económicas de la Universidad Complutense, en el que también participó la máxima representante del sector más duro del PCE, Ángeles Maestro, Anguita dijo que la renovación y la modernización "siempre han servido como excusa para la derechización y la capitulación ante el pensamiento único". Y como ejemplo de ello citó al Olivo, en Italia, que, según él, perderá el poder a manos de Silvio Berlusconi por allanarle el camino al realizar políticas de derecha.

Parece que tenía ganas de bronca: preguntado por las reticencias en el seno del PCE a la renovación respondió que quienes abandonaron este partido en aras de la renovación ahora están "en el pesebre", en clara alusión a Nueva Izquierda, coaligada con el PSOE.

La tercera vía del PSOE

También para este último partido tenía cartuchos guardados: si hace unos días dijo que la ponencia marco para el congreso no tiene nada de izquierda, ayer auguró que el PSOE "va a adecuar el discurso a la práctica, y se va a imponer la tercera vía", como en el laborismo británico.

Dentro de esta visión pesimista sobre la izquierda y la sociedad en general -"yo no me considero de esta sociedad, porque no la asumo", dijo-, Anguita comentó que el modelo que se está imponiendo tiene "ribetes de pre-fascismo", y que la izquierda debe oponerse visceralmente a él ya que, si acepta mínimamente conceptos como la competitividad y la voluntad del mercado, será derrotada por la derecha, como ya ha ocurrido.

Y del debate que debería estar produciéndose en las bases para preparar la Asamblea de octubre, en la que Anguita dejará su cargo, sólo dijo que confía en que las federaciones distribuyan su cuestionario entre los militantes -tiene 68 preguntas y la mayoría lo considera poco práctico y agotador-, lo que deja claro que el proceso sigue un curso lento, lentísimo, mientras en la cúpula las peleas por el liderazgo siguen siendo feroces.

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