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Termina el sueño del Calais

Un discutible penalti a falta de dos minutos permite al Nantes ganar la Copa francesa

El árbitro Colombo no tuvo piedad del débil y acabó con el sueño del Calais. Con un penalti muy discutible, pues el jugador del Nantes exageró la caída en el área, el sorprendente equipo aficionado de la Cuarta División francesa, perdió la Copa. No merecía caer con dudas después de generar tantas alegrías como el pobre que se hace rico de forma asombrosa, o el perfecto desconocido que adquiere la mayor de las famas de manera mágica.Durante estas dos semanas, nadie, dentro o fuera del mundo deportivo, se ha atrevido a desear públicamente la derrota del equipo que simboliza los valores del pequeño frente al grande, la pretendida superioridad del esfuerzo personal y colectivo sobre las ventajas abusivas del dinero. Todo lo más, algunos han contrapuesto su corazón, inequívocamente del lado de los débiles, con su cabeza, que dice que un Calais en la Copa de Europa tendría los días contados. A la vista del fenómeno, los sociólogos se han preguntado si, en definitiva, los franceses no han visto en el Calais al pequeño Asterix que desafía ahora al proceso de mundialización, si no encarnan la defensa del Roquefort frente a los insípidos quesos pasteurizados tan del gusto de las autoridades europeas.

NANTES 2CALAIS 1

Nantes: Landreau; Chanelet, Fabbri, Gillet, Olembe, Berson; Carriere, Sibierski, Devineau (Monterrubio, m. 69); Da Rocha y Touré (Caveglia, m. 73).Calais: Schille; Merlen, Deswarte, Baron, Becque; Jandau, Lefebvre (Canu, m. 55), Hogard, Dutitre (Milien, m. 55, Lestavel, m. 90); Vasseur y Gerard. Goles: 0-1. M. 34. Tras un ataque por el lado izquierdo, Dutitre dispara por bajo. 1-1. M. 49. Centro de Touré desde la derecha y remata Sibierski. 2-1. M. 88. Penalti discutible que marca Sibierski, aunque casi para Schille. Árbitro: Claude Colombo. Amonestó a Jandau, Hogard, Becque y Berson. Casi lleno lleno en el Estadio de Francia. El número oficial de espectadores que asistieron al partido fue de 78.717

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Chirac lamenta el resultado

El sentimiento de que el Calais representa mucho más que éxito de un pequeño equipo de provincias de la Cuarta División ha recorrido Francia de norte a sur y ha calado por igual en la izquierda y la derecha políticas. Precisamente, Ladislao Lozano, el entrenador del Calais, nacido en Vallermoso de la Fuente (Cuenca), ciudadano francés, español de corazón, ha tenido que aplicarse durante la semana a la tarea de romper con el ensimismamiento de sus jugadores y la euforia generada en torno al equipo.

No todo es fortaleza mental y preparación física en el Calais. El 50% de la plantilla está formada por jugadores que fracasaron en su intento de convertirse en profesionales y que manejan bien la pelota. Para ellos, la Copa de Francia supone la revancha soñada, la oportunidad también de ingresar por otra vía en el mundo selecto de los profesionales. En sus declaraciones públicas de estas semanas atrás, Lozano no ha dejado de tocar esa fibra, de criticar, a veces de manera destemplada a los profesionales, los "mercenarios" que se llevan el dinero y que se creen por encima de todo.

La agresividad dialéctica de Ladislao Lozano ha llegado a irritar seriamente al mundo profesional y obligado finalmente al entrenador franco-español a moderar sus juicios. La agresividad dialéctica de Ladislao Lozano ha llegado a irritar seriamente al mundo profesional y obligado finalmente al entrenador franco-español a moderar sus juicios. Por lo demás, es evidente que el 4-4-2 que utiliza el Calais y los diferentes despliegues tácticos se les ha atragantado a todos y cada uno de sus adversarios.

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