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Reportaje:FÚTBOL Competiciones europeas

Vuelve la 'bestia negra' del Madrid El Bayern visita el miércoles el Bernabéu con opciones de ganar los tres títulos que disputa

Fiel a la cita, aquí está otra vez el Bayern de Múnich, como de costumbre. Llegado el momento de la verdad, el tiempo en que todas las competiciones reparten sus títulos, el campeón alemán presenta su candidatura a todas ellas: la Bundesliga, la Copa alemana y la Liga de Campeones. Eliminados el Barça y el Madrid de la Copa del Rey, fuera el Manchester de Europa , el conjunto bávaro es el único club europeo con los tres títulos en juego. La liga se la disputará en las dos jornadas que restan con el Bayer Leverkusen, muy destacados ambos en cabeza; la Copa, el sábado ante el Werder Bremen; pero, sobre todo, como objetivo primordial y máximo del Bayern esta temporada -más que ninguna otra-, será la Liga de Campeones, el miércoles en el Bernabéu. El equipo muniqués jugará ante el Real Madrid la segunda semifinal con la ventaja anímica de haberle endosado ocho goles en dos partidos al conjunto madridista en la fase previa.El Bayern va a por todas. No hay nada que desee más el club bávaro que ganar esta edición de la Liga de Campeones después del tremendo varapalo psicológico que sufrió la pasada edición, cuando perdió en los cinco últimos minutos a manos del Manchester United un título que ya acariciaba.

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El conjunto que dirige Ottmar Hitzfeld llega fuerte al Bernabéu. Anímicamente recuperado después de un mes de confusión por la marcha de Matthäus al fútbol estadounidense. El ex capitán Matthäus era una institución en el Bayern y dejó una huella indeleble. Su personalidad la percibieron hasta sus rivales. El centrocampista del Valencia Gerard, por ejemplo, que se enfrentó a él en la primera fase. "Era impresionante el respeto que le tenían sus compañeros", comenta Gerard. Matthäus se fue a América justo después de haber vapuleado al Madrid en la Liga de Campeones. El Bayern entonces se descolgó de la liga y pasó más apuros de los esperados en los cuartos de final de la Liga de Campeones ante el Oporto, al que derrotó en el último minuto en Múnich (2-1).

El bache, no obstante, parece superado. Ausente Matthäus, el club que preside el mítico Franz Beckenbauer busca otras referencias. Y no hay nadie que represente mejor la perseverancia y la profesionalidad del Bayern que su portero, Oliver Kahn, para muchos el mejor guardameta del planeta. Otro referente es el centrocampista Jeremies, el hombre que vino de la ex Alemania del Este, elegido ahora por Hitzfeld para ocupar el liderazgo de la defensa. Actúa de libero, guardándole las espaldas a los dos centrales, Babbel y Linke. Son sólo tres los defensas con los que acostumbra a jugar Hitzfeld, que suele aprovechar así la superioridad atacante de su equipo, con cuatro centrocampistas y tres delanteros. Effenberg es el eje del juego del equipo, pero su concurso es dudoso por una lesión muscular. En su ausencia, Mehmet Scholl, el hombre más creativo del ataque bávaro, tiene que trasladarse de la media punta al medio centro. Tarnat y el bosnio Salihamidzic ocuparán los interiores, mientras Lizarazu se ha pasado casi toda la temporada en el banquillo por su baja forma.

La delantera es ciertamente excelente. Los dos brasileños, Paulo Sergio y Elber, se complementan perfectamente. En su primera temporada en el Bayern, Paulo Sergio arranca con calidad desde atrás para enganchar habitualmente con Elber, que es un gran rematador. Entre ambos se reparten la mayor parte de los goles del equipo: empatan con 12 tantos en el cuarto puesto de la tabla de goleadores de la Bundesliga. El tercer hombre viene siendo el gigantesco Jancker, cuya participación depende de Effenberg. Si vuelve el capitán, se cae Jancker de la titularidad, puesto que Scholl pasaría a la media punta. La delantera no acaba ahí: tiene más recursos. El paraguayo de 19 años Roque Santa Cruz, que va ganándose la confianza de Hitzfeld a medida que avanza la temporada. Y el veloz Zickler, conocido por algunos como el mejor reserva del mundo (siempre sale desde el banquillo y casi siempre marca: al Madrid, por dos veces en el Olímpico de Múnich).

Legendaria fortaleza

El club bávaro ha tenido que recurrir a su ya legendaria fortaleza mental para superar el shock del pasado año en el Camp Nou. La final de Barcelona lo dejó seriamente tocado. Titubeó más de lo previsto para pasar la primera fase de la Liga de Campeones. Terminó segundo de grupo, detrás del Valencia, que lo dominó ampliamente por juego en las dos ocasiones en que se encontraron, pese a acabar en ambas en empate a un tanto.

El Bayern, no obstante, comenzó a rodar en la segunda fase. Resultó la apisonadora del pasado año. Apabulló en dos ocasiones al Madrid, derrotó una vez al Rosenborg y otra al Dinamo de Kiev. Suficiente para acabar primero de grupo, por delante del Madrid, y disfrutar ahora de la ventaja de jugar la vuelta la próxima semana en Múnich.

A estas alturas de la pasada campaña, el Bayern también tenía al alcance los tres títulos, al igual que el Manchester United. Pero mientras los ingleses hicieron tres de tres, el conjunto bávaro hubo de conformarse con la liga. La Copa la perdió ante el Werder Bremen, con el que se enfrenta de nuevo en la final de esta competición el próximo sábado. Eso sí, al igual que el Barça, el Bayern también se ha quejado de la espesura del calendario y ha amenazado a la federación de su país con disputar este partido con sus juveniles. La Copa alemana le interesa poco al triple campeón de Europa, que quiere empezar a tocar en Madrid su cuarta corona.

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