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La literatura minúscula

Una exposición de 200 libros diminutos muestra la evolución de la encuadernación en España

Son tan pequeños que podrían caber en una mano. Diminutos y exquisitos. Doscientos libros pequeños, editados y encuadernados desde el siglo XVI, se exhiben hasta el próximo 31 de mayo en el Museo Nacional de las Artes Decorativas.En esta muestra, la Asociación para el Fomento de la Encuadernación de Arte (AFEDA) ha querido presentar la evolución que a lo largo de la historia ha tenido su oficio. Así, es posible apreciar trabajos -de españoles y de extranjeros- que se hicieron a mediados del siglo XVI, como El Credo de Carlos V, todo en oro con esmaltes y rubíes. Esta obra mide 4 centímetros de largo por 2,5 de ancho.

"En aquella época se utilizaban materiales de orfebrería. Al principio eran artesanos, más que nada toscos, que fueron mejorando con el paso del tiempo", cuenta María José Pita, de AFEDA. En algunas ocasiones, ante la falta de cartones, los artesanos empleaban la madera para encuadernar.

En la muestra hay ejemplares tan curiosos como La divina comedia, de Dante Alighieri, encuadernada en verde y decorada con hierros dorados. O El Quijote, de Cervantes, en una edición microscópica de 1903.

La edad de oro de los libros en miniatura llegó en el siglo XIX. En esa época, cuenta María José Pita, los textos giraban alrededor de la nobleza, las abadías y los monasterios. Para protegerlos, se encuadernaban con técnicas especializadas que poco a poco se fueron convirtiendo en un arte. "En verdadero arte", dice María José.

El gran desarrollo de la encuadernación en el siglo XIX se nota en su estilo. Entonces, los hierros que se utilizaban eran más finos y algunas tapas se bordaban en telas. De esta época también sobresalen otras obras de menor calidad bibliográfica, como carnés de bailes, misales y libros de oración. Para encuadernar estos libros se usaba el papel maché, el carey, incrustaciones de nácar y plata. "Básicamente eran muy femeninos", señala María José Pita.

También aparecen en la exposición agendas, cuadernos de notas y calendarios encuadernados con paja, plata, madera, piel impresa y marfil.

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La exposición se completa con una mirada a las obras del siglo XX, más bien escasas, dada la dificultad de encontrar actualmente ediciones de calidad de libros pequeños.

Esta parte de la sala está dedicada a los miembros de AFEDA que se dedican a la encuadernación. Entre ellos hay aficionados y profesionales. También bibliófilos, coleccionistas e investigadores interesados en promover el libro. "Para esta área hicimos una convocatoria, en la que participaron varios de nuestros socios, y de allí sacamos una muestra representativa de lo que se hace ahora".

De los trabajos elaborados recientemente destacan encuadernaciones de libros de autores como Fernando Savater. También recopilaciones de poemas manuscritos sobre papeles pintados al agua. Aquí sobresalen técnicas modernas de serigrafía e incrustaciones de piel de raya y nácar.

En la exposición, titulada Pequeños y exquisitos tesoros en miniatura, participan coleccionistas privados y varios museos de Madrid. "Lo que hay aquí es muy representativo de lo que se ha hecho a lo largo de la historia en encuadernación pequeña en España", asegura María José Pita.

Pequeños y exquisitos tesoros en miniatura. Museo Nacional de Artes Decorativas. Montalbán, 12. Metro Banco de España. Tel. 91 532 64 99.

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