McLaren responde en Silverstone

A los tres triunfos consecutivos de Michael Schumacher y, como consecuencia, de Ferrari en el Mundial de F-1, McLaren respondió ayer en Silverstone con su primer doblete. Los dos pilotos de la escudería británica, David Coulthard, que acabó primero y obtuvo su séptima victoria en un gran premio, y Mika Hakkinen, segundo, dieron a Mercedes la primera satisfacción realmente importante en esta temporada. La cuarta prueba de este año no tuvo nada que ver con los dos primeros grandes premios, en los que Ferrari dominó casi a placer y los McLaren acabaron en la cuneta por problemas mecánicos. Michael Schumacher fue a remolque ayer durante todo el GP de Gran Bretaña y acabó tercero.Tal vez fuera el recuerdo del accidente que sufrió en esta misma pista el año pasado y que le impidió participar en seis grandes premios, pero el alemán se mostró cauto y corrió más conservador que habitualmente. A punto estuvo de tocarse con otro vehículo en la salida, cuando intentaba adelantar a toda costa, pero aquél fue el único incidente. Después, todo se desarrolló como si de un guión preestablecido se tratara.

No hubo lluvia y un sol envuelto en nubes permitió a algunas escuderías modificar sus planes. Ferrari y McLaren optaron por un solo cambio de neumáticos y repostaje. Y acertaron. Esa decisión les convirtió en los verdaderos protagonistas de la carrera. Otros equipos perdieron sus opciones en los dos repostajes que planearon.

Barrichello (Ferrari) y Frentzen (Jordan) coparon las primeras posiciones desde la salida, perseguidos por un amplio grupo en el que estaban Coulthard, Hakkinen, Button (Williams) y Ralf Schumacher (Williams). Por detrás amenazaban Villeneuve (Bar) y Michael Schumacher. Nada cambió hasta que comenzaron los repostajes. El primero en entrar en boxes fue Frentzen, y en la vuelta 30ª se produjo uno de los pocos adelantamientos en la cabeza de la carrera, cuando Coulthard avanzó al brasileño para tomar el liderato.

Después, tanto el escocés como el finlandés de McLaren entraron en su taller. La carrera entró en una fase de indefinición, que dejó por momentos a los dos Ferrari en la cabeza. Pero fue un espejismo, puesto que, superada la mitad de la carrera, Barrichello sufrió un trompo que le obligó a abandonar y Schumacher perdió el liderato cuando repostó.

Cuando todo el movimiento en los talleres cesó, la carrera adquirió su configuración final. Faltaban entonces alrededor de 15 vueltas y ya estaba claro que Coulthardt y Hakkinen iban a ganar. Michael Schumacher, tercero, asumió esta posición como un mal menor. Por detrás, los dos Williams-BMW de Ralf Schumacher y del debutante Jenson Button, grandes animadores de la carrera, celebraron entrar de lleno en los puntos. La peor decepción se la llevó Heinz Harald Frentzen, que se vio obligado a abandonar con un problema en la caja de cambios cuando faltaban seis vueltas para la conclusión.

Michael Schumacher llegará al Gran Premio de España el próximo día 7 de mayo con una sustancial ventaja de 20 puntos sobre Coulthard y de 22 sobre Hakkinen en la clasificación del Mundial. Montmeló vivirá una gran carrera.