Algunas reflexiones sobre el Trambaix
Después de una extraña, confusa y dilatada tramitación, estamos a punto de sufrir la adjudicación del proyecto de construcción del Trambaix. Este proyecto pondrá punto final a las esperanzas de normalización de las comunicaciones de la comarca del Baix Llobregat con Barcelona. A partir de aquí, el Baix Llobregat quedará, al menos en los próximos 50 años, infracomunicado con Barcelona debido a un transporte público claramente insuficiente y disuasorio, tanto en su utilización como en las posibilidades de emplear otros medios de transporte, aunque sean privados.Esta decisión es tan importante para el futuro de la comarca y de Barcelona que merece una reflexión un poco más profunda y plural que la que se ha producido hasta ahora en los medios de comunicación.
Deberíamos analizar, entre todos, la actuación errática de nuestros responsables municipales en esta decisión; los fines que han perseguido en su actuación, la eficacia de ésta, etcétera.
Tengo el convencimiento de que, en general, la disciplina impuesta por las direcciones de los partidos de los diferentes gobiernos municipales ha prevalecido sobre las necesidades e intereses de los ciudadanos a los que, teóricamente, representan. Por ello, se han arropado en importantes campañas publicitarias, tanto a escala local como comarcal, cuyo fin ha sido vender las sucesivas posiciones del equipo de gobierno local como la única posibilidad realizable, y la publicidad la manejan como el mejor. Incluso son capaces de defender, al mismo tiempo y públicamente, dos posturas contradictorias y presentarlo como una virtud cívica.
Por eso, esta reflexión la dirijo principalmente a las cúpulas de los partidos y no a sus representantes locales -pues estoy convencido de que, en general, éstos son incapaces de decidir motu proprio- en el sentido de que revisen los argumentos que les han llevado a tomar una decisión tan controvertida, que va a moldear el futuro desarrollo no sólo de la comarca del Baix Llobregat, sino también del área metropolitana de Barcelona.
En cualquier caso, todos agradeceríamos que abrieran un espacio de debate serio, plural y público, y nos explicaran los argumentos que han influido en tomar una decisión de este calibre, sea cual sea el sentido de la misma.
Creo que fue Einstein el que dijo que un hombre inteligente es aquel que es capaz de distinguir entre las opiniones y los hechos. Las opiniones ya las conocemos, queremos conocer los hechos.- Sergio Ramos Sánchez. Esplugues de Llobregat.
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