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VII CONGRESO DE CCOO

José María Fidalgo, nuevo secretario general de CCOO, con el respaldo del 71,7% del congreso

El sindicato CCOO ya tiene nuevo secretario general. José María Fidalgo obtuvo anoche el respaldo mayoritario del congreso, con un aval del 71,7% de los delegados. En su equipo va a contar con 19 dirigentes de la corriente oficial y siete del sector crítico. Con un apoyo similar, el 72%, el sindicato ratificó la gestión de Antonio Gutiérrez, el líder saliente. Gutiérrez defendió su mandato apelando al reconocimiento de los logros del sindicato. Los reproches a los críticos y las matizaciones sobre su análisis político de España conformaron una intervención trufada de citas de Miguel Hernández y letras de boleros.

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La única candidatura a la secretaría general con el nombre de José María Fidalgo recibió un respaldo del 71,7% de los votos. Le apoyaron 699 delegados, y 281 del sector crítico optaron por el voto en blanco, frente al no que dieron a Gutiérrez. La lista a la ejecutiva de la corriente oficial obtuvo el 70,1% de los votos, que se traduce en una presencia de 19 dirigentes.El apoyo al sector crítico, liderado por Agustín Moreno, ha sido del 29,4%, y su presencia en la ejecutiva será de siete vocales sin cartera y por tanto sin tareas ejecutivas. Ese resultado supone un retroceso respecto al anterior congreso, en el que estuvo avalado por el 34% de los delegados.

Con una apuesta por la palabra sustituto en lugar de sucesor, Antonio Gutiérrez pidió a los delegados que apoyaran a José María Fidalgo. "No sé si es el más grande, pero sí de los más grandes del sindicato. Y como ya ha demostrado que os necesita a todos para continuar con su labor, os pido que le apoyéis". La candidatura de Fidalgo fue también defendida en la tribuna del congreso por Ignacio Fernández Toxo, su oponente en la carrera de las elecciones primarias, como gesto definitivo de que esa pelea se da por concluida.

Previamente, Antonio Gutiérrez se despidió de su cargo con una intervención que combinó el drama y el sarcasmo. Presentó como resumen del debate de gestión un balance positivo de sus logros, que fue avalado por el 72,3% de los votos. El sector crítico despidió al sindicalista con un no del 26,7% de los delegados.

Entre los logros, subrayó Gutiérrez el acuerdo con el Gobierno para mejorar las pensiones mínimas, la unidad de acción con UGT y el crecimiento del empleo. Entre los fracasos, la mejora de las prestaciones por desempleo, una demanda que CC OO incluirá en el primer encuentro que mantenga con José María Aznar como jefe del próximo Ejecutivo.

Poco duró el balance aséptico de la marcha del sindicato en los últimos cuatro años. Gutiérrez comenzó en seguida a defenderse de las múltiples críticas que ha recibido estos días por su discurso inaugural del congreso. Con respecto a las descalificaciones por haber resaltado los pactos logrados con el Gobierno del Partido Popular, Gutiérrez recordó que las ideas de sindicato y pacto van de la mano, y que "sólo un sindicalista que no se haya estrenado" puede criticar el intento de llegar a acuerdos con la clase gobernante.

Sobre el excesivo carácter político de su informe de gestión, Gutiérrez consideró que las elecciones del pasado 12 de marzo propiciaron un cambio político lo suficientemente importante en el país como para que el sindicato no permaneciera ajeno.

En un encuentro posterior con los periodistas, el líder saliente aclaró que de ningún modo había alabado la política del PP, sino que más bien se había centrado en criticar duramente a la izquierda.

Especialmente molesto se mostró Gutiérrez al hablar de los conflictos en el seno del sindicato. En un tono sarcástico, aunque plagado de emotividad, se defendió de las acusaciones de haber perseguido a la corriente crítica. Según él, éste es "uno de los sindicatos más avanzados en cuanto a pluralidad".

La figura de Marcelino Camacho, líder histórico de la organización, apareció como argumento para criticar la utilización que "algunos" han hecho de su nombre. Gutiérrez aseguró que jamás lo descalificará, a pesar de que él le ha propinado "algún golpe bajo".

Como cierre de su intervención, el ya exsindicalista lanzó el que consideró su mensaje más político, apelando a unos versos de Miguel Hernández, el poeta de Orihuela (Alicante), también su pueblo: "Volveremos a brindar por todo lo que se pierde y se encuentra, por la libertad, por las cadenas y por todo ese cariño oculto que nos busca por toda la tierra".

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