Rato corta de raíz el debate sobre la privatización de las cajas
"El actual marco jurídico es adecuado para que las cajas de ahorros se desarrollen en el futuro". Con estas palabras, Rodrigo Rato, ministro de Economía en funciones, zanjó el debate existente en el sector financiero sobre la posibilidad de que se privaticen estas entidades durante la legislatura. Por su parte, Luis Ángel Rojo, gobernador del Banco de España, aprovechó la 81ª asamblea de cajas para exigir a sus responsables "un eficaz control del riesgo crediticio", en plena expansión, así como un control del aumento de los gastos de explotación.
Había expectación sobre el mensaje que el vicepresidente segundo y ministro de Economía quería enviar al sector de las cajas de ahorros (41 % de los créditos y 53% de los depósitos del mercados español) con vistas a la segunda legislatura del PP. Rato no quiso despertar falsas expectativas sobre cambios en el modelo de cajas para el futuro y abordó de entrada el debate. "El actual marco jurídico parece suficientemente adecuado para que las cajas de ahorros sigan realizando la importante labor que llevan a cabo y al mismo tiempo es lo suficientemente flexible para permitir a las cajas adaptarse a los retos futuros del sector".Tras este mensaje central, Rato envió otros recados a los máximos responsables de las 48 cajas de ahorros confederadas reunidos ayer en la 81ª asamblea general ordinaria en Madrid. El titular de Economía en funciones hizo dos ruegos preliminares. El primero, que deben centrarse en el segmento minorista "reforzando las raíces en sus mercados de origen donde cumplen una gran labor social". El segundo, que se fijen en las nuevas tecnologías "por cuanto serán las que determinen los niveles de competencia futura en un sector como el financiero". Para Rato, las cajas, lejos de adentrarse en grandes proyectos de mundialización, deben potenciar la atención al cliente particular y a la pequeña y mediana empresa como una forma de diferenciarse y como una prueba de "su razón de ser y de su naturaleza jurídica". En esta línea, Rato avisó a las grandes cajas con importantes participaciones industriales de que "el Gobierno aplicará los mismo límites que a las participaciones empresariales de los grandes bancos fusionados", (no superar el 3% de dos empresas competidoras en sectores liberalizados).
Independencia
Sobre la gestión, también hizo sus acotaciones. "Las cajas son fundaciones de carácter privado y no deben ser consideradas como empresas públicas patrimonializadas por parte del poder político", dijo el ministro de Economía, para quien, sin embargo, es buena la presencia de ayuntamientos y comunidades autónomas en los órganos de Gobierno y supervisión de las cajas siempre que la gestión la lleven profesionales al margen de la política.
En cuanto al tamaño de las cajas de ahorros, y tras reconocer esta variable como un factor determinante en el mercado financiero, el ministro sugirió que "sean las propias cajas las que determinen su estrategia y modelo de crecimiento en base a su apuesta por un determinado mercado". El ministro instó a las entidades a que cooperen en la distribución de determinados servicios financieros como una fórmula de abordar los retos de las nuevas tecnologías e Internet.
En el mismo acto intervino el gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, que se despedía del sector, ya que abandona su cargo el próximo mes de julio. Rojo destacó el desarrollo del sector en la expansión del crédito, pero reclamó a las cajas que "implanten sistemas de gestión de riesgos crediticios eficaces" para eliminar las "incerdidumbres del futuro". Insistió en pedir una mejora de la tasa de eficiencia que, como producto de unos mayores gastos de explotación, ha empeorado en los dos últimos años.
Por otro lado, la Asociación Española de Banca (AEB) informó ayer que la inversión crediticia de la banca alcanzó a 44,97 billones al final de febrero, lo que supone un aumento interanual del 11,96%.
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