El Centro Andaluz de Teatro recupera un drama familiar en plena Guerra Civil

El Centro Andaluz de Teatro (CAT) ha rescatado una de las obras malditas de Martín Recuerda, el principal dramaturgo de esta comunidad después de García Lorca. El Teatro Principal de Vitoria acoge esta noche (20.30) la representación de esa obra, La llanura, un drama de extrema crudeza que escribió en 1947, a los 25 años, con la Guerra Civil de trasfondo. La directora es la guipuzcoana Helena Pimenta, que ha trascendido la propia ambientación en el Albaicín granadino para realizar una interpretación universal sobre la guerra.

La llanura es una de las piezas clave en la dramaturgia de José Martín Revuelta, uno de los autores más significativos de este siglo. Además de recuperar la obra maldita de este autor, el CAT ha querido continuar con la reflexión sobre las guerras civiles que ya mantuvo con las producciones de Fuenteovejuna y Madre Caballo. La obra de Martín Revuelta parte de un hecho real que vivió el autor cuando era niño, en plena guerra civil española. Cuenta el conflicto de una familia transformada por la "desaparición" del padre a causa de aquella contienda. Victoria Mora lleva el papel de madre, una mujer que lucha para conocer dónde está enterrado su marido. "Es un canto a la dignidad de la persona, pero también es una muestra de cómo la guerra, cualquiera, destroza a las personas", explicó ayer la actriz andaluza.

Vitoria es la única plaza del País Vasco, de momento, en la que se representará La llanura. Después de su estreno en octubre pasado en Sevilla y el éxito conseguido en los diez días de representación en Granada, dentro de su gira por Andalucía, el CAT llega ahora a la tierra natal de su directora.

"Helena Pimenta se ha querido alejar de cualquier localismo: la obra se puede situar lo mismo en el drama de Kosovo que en el de Argentina", comentó Pilar Gómez, que tiene el papel de la hija.

Pero la obra que presenta el CAT en Vitoria es más que el propio texto de Martín Recuerda: "Es precioso el flamenco integrado en la obra, además del resto de las aportaciones musicales", explicó Juanfra Juárez, el hijo del desaparecido. Para este joven actor, hay que destacar también el andaluz que se emplea en La llanura: "No es nada costumbrista, al estilo de los hermanos Álvarez Quintero, como queda claro con sus personajes, de una modernidad sorprendente, sobre todo los femeninos".

Es una obra coral, en la que los nueve intérpretes desarrollan un drama bélico dotado de una gran fuerza trágica. Emilio Alonso, que tiene el papel del abuelo, recordó ayer cómo todos los actores "realizan un trabajo profundamente visceral".

Por su parte, Victoria Mora insistió en las virtudes dramáticas de la pieza. "Lo mismo que cuando vamos a ver una comedia pedimos que nos haga reír, en La llanura el espectador sale conmovido por la hondura del drama familiar que se presenta".

El Centro Andaluz de Teatro tiene en marcha otras dos obras en esta temporada: Fuenteovejuna, que ya ha pasado por Vitoria, y Las troyanas, una de las apuestas de cara al verano.