El campeón arranca el último

"Evidentemente, no es una situación normal". Sheijo Tachikawa, responsable del equipo de competición de Honda Racing Corporation (HRC) no tuvo ayer más remedio que darle la razón a Àlex Crivillé. Disputadas las dos primeras carreras del curso, al piloto campeón del mundo de 500, la moto no le va. Así de crudo. Esforzándose mucho, Crivillé acabó quinto en Welkom (Australia) y tuvo que retirarse el domingo en Sepang (Malaisia) tras chocar con la Honda, tumbada en el suelo, del itialiano Loris Capirossi. Un final tormentoso y, sin embargo, anunciado por el propio piloto de Seva (Barcelona) en vísperas del gran premio: "Trataré de hacer un buen resultado, pero es difícil hacerme un hueco en el podio".Crivillé ha sido conciso a la hora de denunciar el problema: "En lugar de evolucionar, hemos ido hacia atrás, mientras los equipos satélites [que corren con una Honda no oficial] han aumentado su rendimiento. Puede que el nuevo motor dé muchos caballos en el banco de pruebas, pero cuando lo ponemos en la moto, no va. Iba mejor el del año pasado. La cuestión es que nos hemos dado cuenta tarde de que los motores de este año no corren".

Ha fallado, pues, la puesta a punto, y a la situación ha contribuido tanto la parte humana como mecánica. El propio Crivillé ha dicho: "Es culpa de todos", una manera de disculpar a quienes durante el invierno probaron el nuevo motor en ausencia de Crivillé y también de Okada, ambos con problemas físicos. A causa de su lesión en la muñeca, que necesitó de una intervención quirúrgica, y posteriormente del estrés, que le obligó a interrumpir en Australia los ensayos previos al inicio del campeonato, a Crivillé le ha faltado tiempo para afinar el motor de la Honda y también para disputar las dos primeras carreras en las mejores condiciones. "Nuestra ventaja", ha sentenciado, "es que la moto es buena. Ahora lo que hay que hacer es buscar soluciones para el motor en Japón".

Tachikawa asintió: "Estamos en Suzuka y podemos trabajar a fondo, a diferencia de lo sucedido en Malaisia, donde no se pudo hacer nada para reaccionar". El responsable del equipo de competición de Honda, sin embargo, no fue muy explícito sobre cómo piensan combatir el dominio de Suzuki y Yamaha: "Tenemos cosas, soluciones, para dar un giro radical al comienzo de campeonato en nuestra propia casa".

Para Honda, el actual es el peor inicio de temporada de la década, aunque su poder de reacción ha sido siempre tan estimable que acostumbra a darle la vuelta a la situaciones más adversas. En Sepang, la primera Honda en cruzar la meta fue la de Tadayuki Okada, que finalizó sexto.

Una vez dada la voz de alarma, Crivillé, mientras, se recupera en Sepang del fuerte golpe que sufrió en la pierna derecha en la carrera del domingo. Gimnasio y piscina ocupan el tiempo del campeón mundial a la espera de que sus mecánicos acierten a reparar los problemas del motor de su Honda.

Noveno en la general

El piloto catalán es noveno en la clasificación del Campeonato del Mundo, con 11 puntos, treinta menos que el líder, el australiano Garry McCoy, mientras Carlos Checa (Yamacha) ocupa el segundo puesto con 40 puntos, uno menos que el primero.

Crivillé fue tercero y cuarto en los dos primeras carreras del Mundial de la temporada pasada, dominadas ambas por el estadounidense Kenny Roberts, ganador precisamente el domingo en Sepang, y tercero de la clasificación, con 35 puntos.