_
_
_
_
_
FÚTBOL 31ª jornada de Liga

El Zaragoza sigue tapado

Un gol de Yordi hunde al Betis, incapaz de reaccionar

El Zaragoza se hizo ayer con una victoria agónica y sin hacer demasiado ruido, dando pruebas de que no se conforma con observar cómo rueda el título delante suyo. Quiere más. El Betis no se dejó amedrentar y el planteamiento de Hiddink le insufló ambición, pero todos sus ataques se encontraron con un inmenso Juanmi. El Zaragoza empezó jugando al trote y algo dormido en el toque. Con poco efectismo pirotécnico, al menos sí se fueron enhebrando mejor las lineas a medida que transcurría el primer tiempo. Pero la lucidez de Juanele en el pase se topó otra vez con la pólvora mojada de Milosevic, siempre más cerca de la línea divisoria del centro del campo que del área.El juego del Zaragoza fue madurando y Acuña se convirtió en el rey del tablero hasta que las fuerzas le acompañaron. Una rosca suya que sacó Prats fue de lo mejor del partido. Al final, tanto aeropuerto y tanto kilómetro de viaje se dejó notar en el rendimiento del paraguayo.

ZARAGOZA 1BETIS 0

Zaragoza: Juanmi; Cuartero, Aguado, Paco, Sundgren; Aragón (José Ignacio, m.90), Acuña; Juanele (Lanna, m. 90), Garitano, M. Vellisca (Yordi, m. 46); y Milosevic. Betis: Prats; Merino (Benjamín, m. 57), Crosa, Filipescu, Luis Fernández (Cuéllar, m. 78); Alexis (Juan Jesús, m. 70), Cañas; Romero, Karhan, Denilson; y Alfonso. Goles: 1-0. M. 46. Milosevic peina un balón hacia Yordi, que profundiza en el área y cruza ante Prats. Árbitro: Víctor Esquinas Torres. Amonestó a Cuartero, Denilson y dos veces a Sundgren (m. 89), y expulsó a Rogelio, delegado del Betis. Casi lleno: unos 26.000 espectadores en La Romareda. En el m.32, un espectador arrojó un paraguas al holandés Guus Hiddink, entrenador del Betis, mientras éste estaba en el banquillo, incidente que el árbitro reflejó en el acta. El espectador fue detenido por la policía.

En el primer minuto de la reanudación marcó Yordi. Fue salir y besar el santo. Rojo había sentado a Vellisca en el descanso para dar entrada al gaditano, buscando una mayor contundencia ofensiva. Y la estrategia le salió bien en la primera pelota que tocaba Yordi. Cada saque de esquina parecía medio gol. Sólo a partir de entonces se lanzó el Betis a un ataque desesperado, febril, hasta con cuatro y cinco delanteros, tras la entrada de Benjamín -que le abrió bandas al Betis y le dio más revoluciones-, Cuéllar y Juan Jesús. Aparecieron los jugadores desequilibrantes del equipo sevillano, pero fue demasiado tarde para un equipo con mucho problemas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_