Farolas de bajo impacto
Los focos que iluminan las playas gaditanas suman, en conjunto, unos 400.000 vatios de potencia. Situados sobre mástiles de 15 metros de altura, portan lámparas de descarga del grupo de los halogenuros metálicos, reconocidas como las más perjudiciales para la contaminación lumínica, ya que favorecen la dispersión hacia el cielo de la radiación y afectan a los animales más sensibles a la luz ultravioleta.David Galadí fue uno de los científicos que asesoraron a la Generalitat en un proyecto de ley sobre contaminación lumínica que está a punto de aprobarse en Cataluña. Se recomendó a las autoridades catalanas prohibir el uso al aire libre de las lámparas de halogenuros metálicos, restringiendo su aplicación a circunstancias especiales y en recintos cerrados. "En Cádiz se usan por centenares sin pudor alguno".
Algo parecido ocurre con las farolas de tipo globo, en las que más de la mitad del flujo luminoso, y por tanto de energía, se pierde por el cielo. El paseo marítimo gaditano tiene casi 500 puntos de luz sobre farolas de este tipo, sin que esté prevista su sustitución por dispositivos de bajo impacto e idéntico rendimiento.