La Comisión de Telecomunicaciones vigilará más de cerca a los operadores

El presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), José María Vázquez Quintana, ha abierto una reforma en el órgano regulador de la competencia en el sector. Su objetivo: adecuar el organigrama a las exigencias de la nueva economía y la explosión de servicios en Internet, estrechar la vigilancia sobre las compañías operadoras e impulsar la competencia con la denuncia de prácticas que impiden la mejora y expansión de nuevos servicios y la rebaja de precios (especialmente en las llamadas de fijo a móvil).

La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, el órgano que concede las licencias para prestar servicios de telecomunicaciones en España, vive el fin de una etapa. La CMT, creada en 1997, prepara una nueva etapa en la que pretende fortalecer su papel como dinamizador de la nueva economía y generador de opiniones sobre la marcha de la sociedad de la información y sus agentes. Ése es el objetivo que persigue, según miembros de la organización, la remodelación iniciada por Vázquez Quintana. Se trata, según esas fuentes, de una profunda modificación de las funciones que desempeñan sus técnicos y directores para que sus estudios y análisis del sector tengan una mayor trascendencia en el mercado, presionen a la baja sobre los precios de las operadoras y al alza en lo que respecta a la calidad y extensión de los servicios a particulares y empresas. Los cambios afectan especialmente a las direcciones de Mercados (competencia entre empresas), tarifas y precios, audivisual y nuevos medios (Internet) y relaciones externas e internacionales. Esas mismas fuentes señalan que los cambios no han sido bien recibidos, porque llevan implícita una crítica a la labor desempeñada hasta ahora. De hecho, han provocado ya la salida de Joaquín Osa, director de Mercados, uno de los altos cargos con mayor protagonismo en la comisión.

Cambio de directivos

Osa, que ha trabajado para Telefónica, la Comisión Europea y la desaparecida dirección general de Telecomunicaciones, se incorporará a RSLCom, que presta servicios en España con la marca Aló. La compañía estadounidense acaba de obtener una licencia de telefonía local sin hilos y está fortaleciendo su estructura. Osa será director de regulación e interconexión de Aló y miembro de su consejo.

Precisamente, la apertura del mercado local a la competencia es uno de los aspectos que más preocupan a la CMT en esta etapa. En ese sentido, la comisión ha enviado ya a Bruselas un informe sobre las ventajas de abrir la red local de Telefónica a otras compañías a cambio de unos precios de interconexión ajustados al coste de mantenimiento de la red. La decisión corresponde a Fomento, y probablemente, sea una de las primeras decisiones del próximo Ejecutivo en materia de telecomunicaciones. Telefónica, en principio, no es contraria a la apertura de su red local, pero demanda a modo de compensación una subida de la cuota de abono mensual que pagan los usuarios hasta unas 2.100 pesetas.

La CMT también ha expresado su preocupación por los precios de las llamadas desde teléfonos fijos a móviles, ya que no han evolucionado del mismo modo que los de móvil a móvil. Las operadoras de móviles (Telefónica Móviles, Airtel y Amena) cobran a los operadores de telefonía fija (la propia Telefónica, Retevisión, Uni2, Jazztel, Aló y otras) 39 pesetas por minuto en concepto de interconexión, de modo que conforme aumenta el número de teléfonos móviles (hay ya 17 millones y habrá 25 a final de año, según Telefónica), aumentan sus ingresos por consumo de sus clientes y de los usuarios de fija.

Problemas de competencia

El presidente de la CMT, que ha expresado su preocupación sobre el cumplimiento de la competencia, expresó públicamente ese sentimiento y llegó a denunciar que "las operadoras pactan tácitamente las tarifas" en una conferencia dada el martes en Valencia, según una información publicada ayer por Cinco Días. Se queja de la escasa competencia en precios entre Telefónica Móviles, Airtel y Amena y ha propuesto al Gobierno que permita que empresas intermediarias, sin red, vendan teléfonos móviles y minutos de tráfico para presionar los precios a la baja.

La actuación sobre las tarifas de interconexión está siendo dirigida desde Bruselas, ya que son extraordinariamente elevadas en toda Europa. Con todo, los técnicos de la UE temen que si fuerzan una rebaja de estas tarifas, los operadores de móviles reduzcan sus inversiones y Europa pierda la ventaja que tiene con EEUU. Por ahora, la CMT ya ha confirmado la consideración de Telefónica Móviles y Airtel como operadores dominantes, lo que obliga a abrir sus redes, cumplir requisitos de calidad y extensión del servicio y a justificar en sus cuentas que las tarifas de interconexión se ajustan a costes. Las tres operadoras de móviles reiteraron ayer que los usuarios disfrutan ahora tarifas hasta un 50% más bajas que antes de que hubiera competencia. Ayer, Retevisión pidió a la CMT una rebaja de más del 10% en el peaje que cobra Telefónica por usar su red.