Desmantelada una red de estafadores que manipulaba tarjetas de crédito
"El alcohol juega malas pasadas, pero yo juraría que aquella noche no compré ninguna cámara digital". Algo así pudo pensar, al ver el extracto de operaciones de su tarjeta de crédito, alguna de las víctimas de la red internacional de falsificación de tarjetas de crédito, que operaba en Baleares, que la Guardia Civil desmanteló ayer. Detuvo a 14 personas de diversas nacionalidades y se incautó de sofisticado material informático.El fraude consistía en lo siguiente: los estafadores, compinchados con propietarios de establecimientos de ocio, pasaban la información de las tarjetas de crédito con que los clientes pagaban sus consumiciones a un programa informático que leía la banda magnética. Esa información se trasfería a otra tarjeta previamente robada y, posteriormente, dicha tarjeta podía ser empleada para cualquier compra, sin que la víctima pudiera percatarse hasta que recibía el extracto a fin de mes.
Con las tarjetas manipuladas, los detenidos realizaron estafas millonarias, adquiriendo televisores, cámaras, joyas y otros bienes. Los estafadores se repartían las ganancias al 50% con los hosteleros.
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