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Los maquinistas de Renfe convierten en indefinida la huelga que ayer afectó a 600.000 usuarios

La estrategia de 385 maquinistas de alegar que estaban enfermos para no acudir al trabajo paralizó ayer la mayoría de las líneas de cercanías de Madrid y Valencia, y ocasionó graves retrasos en Sevilla, Asturias, Murcia, Barcelona y Bilbao. Los efectos sobre el usuario -unas 600.000 personas tuvieron que buscar un transporte alternativo- fueron más graves que el miércoles. Y aún pueden ser peores hoy porque el Semaf, sindicato que agrupa al 52% de los maquinistas, decidió comenzar una huelga "indefinida y sin servicios mínimos" que está vigente desde la pasada medianoche.

La huelga indefinida y sin servicios mínimos decidida anoche por el Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (Semaf) tendrá lugar en Madrid, Valencia, Alicante, Córdoba, Sevilla, Barcelona, Bilbao, Santander, Granada, Almería, A Coruña, Zaragoza, Málaga, Oviedo, Cádiz, León y otras 20 ciudades, según un portavoz del Semaf. Es decir, en casi toda España. Las asambleas de este sindicato estaban celebrándose al cierre de esta edición en otras localidades para decidir si se sumaban a esta medida. El Semaf convocó 18 días de huelga entre el 15 de marzo y el 31 de mayo.Renfe informó ayer de que en Madrid se había cumplido sólo el 30% de los servicios mínimos programados mientras que en el resto de España se había alcanzado un 70%. La mayoría de los afectados eran usuarios de trenes de cercanías, pero unos 10.000, que intentaban salir de Madrid y de Valencia, tuvieron que cambiar el tren por el autobús para llegar a su destino.

Los representantes del Semaf volvieron a desplegar piquetes por las principales estaciones de Madrid (Chamartín y Atocha) para que los efectos de su protesta sobre el servicio ferroviario fuera contundente. De los 385 conductores que alegaron enfermedad para no cubrir los servicios mínimos impuestos por el Ministerio de Fomento, 200 correspondían a la Comunidad de Madrid.

Las seis líneas ferroviarias que cruzan por el norte, el este y el oeste de la región no funcionaron, como había ocurrido la víspera. Unos 300.000 viajeros utilizan estas líneas.

Los piquetes también trasladaron el colapso a una de las tres líneas del sur (utilizadas diariamente por 400.000 viajeros), que cubre el servicio entre Madrid y Parla con paradas en zonas muy pobladas por obreros.

En esa línea pasa un tren cada cuatro minutos en hora punta en un día normal. Con la huelga, la frecuencia saltó por los aires. Pasó un tren cada hora y media. Los pasajeros se quejaron de viajar "como borregos" y de llegar tarde a sus puestos de trabajo.

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La compañía ferroviaria intentó un acercamiento a los trabajadores en la estación de Chamartín. Alrededor de las 11.00, los directivos de Renfe se sentaron a negociar con el Semaf. A los 10 minutos, los representantes de los trabajadores salieron de las oficinas y comentaron a sus compañeros el fracaso de las conversaciones.

En metro

Desde allí, unos 250 trabajadores se dirigieron en metro a la estación de Atocha, donde funcionaban los trenes que enlazaban Madrid con Móstoles, Parla y Aranjuez, las únicas líneas vivas. Los maquinistas pretendían "convencer" a sus compañeros de que se bajaran de la máquina y apoyaran la huelga.

Un fuerte dispositivo policial impidió a los maquinistas acercarse a los andenes. Tan sólo se limitaron a pitar y chillar cuando veían un tren de cercanías aproximarse o alejarse. Los conductores permanecieron hasta las dos de la tarde en el vestíbulo de Atocha discutiendo sobre sus condiciones laborales. A esa hora, Juan Jesús García, coordinador de Semaf, subido a la escalera, gritó a sus compañeros que la siguiente reunión se celebraría antes de las doce de la noche para decidir si la huelga salvaje continuaba el sábado, aunque no había convocatoria oficial.

Renfe contó hasta 29 trenes de largo recorrido que no pudieron salir de Madrid (unos 5.000 viajeros) y otros 4.500 afectados por viajes de larga distancia en Valencia. A todos ellos tuvo que ponerles autobuses (unos 200) para llevarles a sus puntos de destino. La compañía ferroviaria se comprometió a devolver el importe del billete a los casi 10.000 afectados de ayer y a los 3.000 de anteayer. En total, la huelga de los maquinistas le puede costar a Renfe en devolución de dinero a usuarios de largo recorrido unos 50 millones de pesetas, según los primeros cálculos.

Renfe pidió a la Seguridad Social que realice exámenes médicas a los 385 trabajadores que tenían ayer servicios mínimos y que alegaron enfermedad. Un portavoz de Semaf justificó las bajas por la "tensión" que soportan muchos conductores que "trabajan en condiciones lamentables". CCOO criticó la conducta de Semaf de intentar presionar a la empresa para gestionar un convenio al margen de los demás trabajadores.

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15 años para un traslado

Los maquinistas que ayer hicieron la huelga salvaje se quejaban, sobre todo, de sus particulares condiciones de trabajo: poco sueldo, salidas que duran dos días, escasez de traslados y falta de higiene y de condiciones en muchos de los sitios que tienen que usar para pernoctar. Los conductores cobran, según cuentan ellos mismos, entre 170.000 y 250.000 pesetas al mes. El sueldo base, explicaron, es de 120.000 pesetas al mes. El resto corresponde a primas, dietas y bonificaciones por desplazamientos o nocturnidad.

Estas bonificaciones responden a un complicado organigrama: Renfe paga a 400 pesetas cada hora que el trabajador, en un viaje fuera de su casa, pasa conduciendo el tren, y 80 cada hora que el maquinista pasa fuera de su residencia, bien sea descansando o durmiendo. Los trabajadores reclaman que estas horas se paguen a más del doble.

También reclaman que se produzcan más traslados.

Un trabajador cordobés de 37 años, Ángel Julio Muñoz, aseguró ayer que lleva más de 15 años solicitando un traslado para poder vivir junto a su mujer y sus hijos. "Llevo 15 años yendo a Córdoba, a mi casa, los fines de semana, o cuando tengo días libres, para ver a mi familia. Vivo en un piso alquilado en Madrid junto con otros compañeros. ¡Ah, y el viaje a Córdoba me lo tengo que pagar!", añadió.

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