La policía se incauta de 1.800 kilos de cocaína en una casa rural de Málaga
Alrededor de 50 policías han participado en la operación Robin, que acabó en la mañana del pasado martes con la incautación de algo más de 1.800 kilos de cocaína, el desmantelamiento de un laboratorio clandestino y la detención de tres personas, los cocineros o encargados de elaborar la cocaína en el laboratorio o cocina. Se trata del segundo mayor alijo de cocaína aprehendido en España en los últimos cinco años. Los detenidos, John Jairo M. de 46 años, Fernando A.B, del que no se ha facilitado la edad, y Octavio A.B, de 45 años y hermano del anterior, los tres de nacionalidad colombiana, habían organizado un laboratorio de transformación y elaboración de cocaína, que la policía califica de "rudimentario", aunque capaz de fabricar entre 300 y 400 kilos de la droga al día.
La última fase de la operación comenzó a las siete de la mañana, mientras los tres colombinos dormían, y duró hasta el mediodía. Diez agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la policía malagueña y un numeroso grupo de policías de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Torremolinos y Málaga echaron abajo la puerta. Antes de que se pudieran darse cuenta, la policía detuvo a los tres cocineros, que no ofrecieron resistencia. En la casa no se encontraron armas a los detenidos.
La policía insiste en que no imaginaba la magnitud de lo que iba a encontrar. Sin embargo, la vigilancia sobre la finca comenzó prácticamente en el mismo momento en el que los colombianos se instalaron allí. El valor de los 1.800 kilos de cocaína, en bruto, supera los 8.000 millones de pesetas. Vendida en pequeñas dosis, superaría los 15.000 millones. Unos 200 kilos estaban ya empaquetados y listos para ser comercializados por toda España. Parte de la cocaína no había sido tratada aún y otra parte estaba en mal estado. También se intervinieron dos teléfonos móviles, 1.800 dólares y 20.000 pesetas. Según la policía, esta droga pertenece a alguna mafia que opera más allá de la Costa del Sol.
Lejos de la presión policial
Fuentes cercanas a la investigación creen que este laboratorio se había instalado en la Costa del Sol en busca de un sitio alejado de Madrid y Galicia, donde la presión policial es cada vez mayor para este tipo de redes de narcotraficantes. Por otra parte, las casa rurales permiten a los traficantes instalarse por semanas sin apenas aportar documentación. La policía teme que los narcotraficantes hayan decidido trasladar sus cocinas a esta zona de España, lejos de su lugar habitual de operaciones. En la costa del Sol han sido frecuentes las incautaciones de hachís, pero no las de cocaína.
De hecho, según fuentes de la investigación, la operación Robín comenzó con el seguimiento a un traficante de hachís que almacenaba droga en una casa cercana a la ocupada de los tres colombianos. Alertada por la actividad en la residencia -movimientos de noche, tranquilidad por el día-, la policía comenzó la vigilancia; en varias ocasiones, los vecinos avisaron a la Guardia Civil de que algunas personas pasaban horas y horas en la zona. Ante la llegada de los agentes de verde, y celosos de que éstos descubrieran su trabajo, los policías abandonaban precipitadamente la zona.
La casa, conocida como Finca El Paredón, se anuncia en guías de turismo rural. Había sido alquilada por un hombre de nacionalidad francesa llamado Pierre, quien explicó a su arrendador que era para que sus padres pasaran una temporada allí y que, si les gustaba, la volvería a arrendar en septiembre. La duración del alquiler se pactó en cinco semanas que vencían precisamente ayer. La casa se encuentra a 100 metros de la carretera principal y a 300 de la casa más cercana; y está rodeada por un bosque de árboles frutales. Los detenidos habían instalado el laboratorio en una sala de donde tuvieron que apartar diversos aperos de labranza y varias herramientas.
Al cierre de esta edición, los tres colombianos seguían en comisaría prestando declaración. La policía no ha cerrado aún el caso, segura de que quedan ramificaciones abiertas; entre otras el paradero de Pierre y de más personas que pueden pertenecer a la banda.
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