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Aznar se compromete con el secretario general de CCOO a pactar cualquier reforma laboral

El presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, se comprometió ayer con el secretario general de CCOO, Antonio Gutiérrez, a "no imponer una reforma laboral" ni a tomar medidas unilaterales para el abaratamiento del despido. Para el Ejecutivo, el método de diálogo social que se ha seguido en los últimos cuatro años ha sido el "adecuado", y ahora quiere que, "cuanto antes", patronal y sindicatos analicen el resultado de los acuerdos de 1997 y vean qué medidas se pueden adoptar para crear más empleo, "sin apriorismos, con flexibilidad e imaginación".

Aznar y Gutiérrez abrieron ayer el nuevo proceso de diálogo social en un encuentro a solas que se prolongó durante algo más de una hora. Para dejar claras las reglas de juego, el dirigente de CCOO pidió al presidente que ese diálogo se intensifique sin que haya "ocurrencias", término que utilizó ayer en varias ocasiones para referirse a la supuesta propuesta de crear un nuevo contrato con despido más barato. Según Gutiérrez, Aznar negó ayer que esa propuesta publicada por algunos medios de comunicación haya salido de la Presidencia del Gobierno.El ministro portavoz, Josep Piqué, que informó posteriormente sobre el resultado del encuentro, ratificó que el Ejecutivo "no va a imponer una reforma del mercado de trabajo que no esté consensuada mínimamente por los agentes sociales". Su objetivo es "facilitar el pleno empleo", pero no quiere marcar apriorismos y desea que la patronal y los sindicatos se reúnan "cuanto antes", discutan "con flexibilidad e imaginación", y analicen los resultados de la reforma de 1997: el Acuerdo para la Estabilidad del Empleo, al que el Gobierno del PP se sumó poniendo en marcha incentivos para estimular la contratación fija. Un modelo de negociación que el Ejecutivo quiere retomar ahora porque cree que puede dar buenos resultados.

Modelo negociador

Ese criterio coincide con el mostrado por Gutiérrez. "Hace cuatro años", dijo, "nos dotamos de un modelo de negociación sin esperar a que el Gobierno nos convocase y autónomamente llegamos a pactos con resultados razonablemente positivos". Asimismo le sigue pareciendo válido el "hacer compatible la flexibilidad positiva con la estabilidad y los derechos de los trabajadores".

Con ese marco, el sindicato CCOO está dispuesto a examinar junto a UGT y la patronal qué ha funcionado bien y a ser exigentes con lo que haya funcionado mal. Pero ya advierte de que no considera necesario un nuevo contrato con despido más barato, que además provoca "mayores reivindicaciones salariales".

Paralelamente a ese diálogo entre los sindicatos y la patronal, el Gobierno quiere abrir una serie de mesas en las que participará directamente, entre ellas la renovación del Pacto de Toledo sobre las pensiones, medidas para la prevención de riesgos laborales, la reforma del servicio público de empleo, la contratación a tiempo parcial, todo lo relacionado con las políticas activas de empleo y la formación profesional.

Sobre la renovación del Pacto de Toledo, cuya vigencia concluye el próximo octubre, Gutiérrez planteó ayer a Aznar que se inicien los contactos lo antes posible, en cuanto se constituya el nuevo Gobierno, y que haga todo lo posible por "renovar el consenso político" con todos los partidos.

Además de las mesas que propone el Ejecutivo, CC OO también quiere incluir en la agenda una demanda sindical pendiente de la pasada legislatura, que es la mejora de la protección por desempleo. Gutiérrez planteó ayer a Aznar que existe una Ley Básica de Empleo que es "viejísima", porque cuenta con 15 años de vigencia, y porque no sirve ante un proceso de transferencias a las comunidades autónomas que "está desarbolando el servicio público de empleo".

Su alternativa es una nueva ley que facilite a los parados la búsqueda de trabajo y sirva además para garantizar una prestación, dado que más de la mitad de los desempleados no tienen protección alguna.

Respecto al futuro de la sanidad pública, CCOO prevé que puede haber discrepancias, como se ha puesto de manifiesto en el modelo de fundaciones para los hospitales que el Gobierno propuso en la pasada legislatura. Su petición es que las medidas que se adopten busquen "la mejora en la gestión de un servicio esencial para los ciudadanos, e incluso con más prestaciones".

Protección al desempleo

Comisiones también quiere revisar la lucha contra la precariedad en el empleo, y ayer Gutiérrez aseguró que el Gobierno ha contribuido "como empleador al haber abusado de la contratación temporal". Entre las medidas que propone CCOO, está el establecer "mejores mecanismos de control", especialmente dirigidos a la construcción, la agricultura, la hostelería, la sanidad y la enseñanza, que reúnen el 68% del total de la contratación eventual.

Respecto a la construcción, el sindicato quiere que se retome la Iniciativa Legislativa Popular, promovida por más de 500.000 firmas, y con la que se pide al Parlamento que promueva una nueva regulación para las subcontratas y que se acote el abuso de los contratos en un sector con un elevado número de accidentes laborales.

Ante la Cumbre Extraordinaria del Empleo que se celebra hoy y mañana en Lisboa, la petición de CCOO al Gobierno español es que defienda compromisos concretos para la creación de empleo.

Un encuentro gestado con la máxima celeridad

José María Aznar tenía el máximo interés en que el inicio del diálogo social fuera una de sus primeras actuaciones tras las elecciones generales del 12-M. De ahí la máxima celeridad con la que se ha gestado el encuentro que mantuvo ayer con Antonio Gutiérrez, secretario general de CCOO. Para acudir a La Moncloa, Gutiérrez tuvo que abandonar la reunión que celebra en Lisboa (Portugal) el Comité Ejecutivo de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), coincidiendo con la Cumbre Extraordinaria del Empleo de la UE. Una urgencia a la que se suma el hecho peculiar de que este encuentro se celebre entre un presidente en funciones y un dirigente sindical que en apenas veinte días va a dejar de serlo.

El 12 de abril empieza el congreso de CCOO en el que Gutiérrez dejará la secretaría general por haber agotado sus mandatos y en el que está previsto que pase el relevo a José María Fidalgo, que ayer no estuvo presente en La Moncloa. Gutiérrez valoró como "un gesto positivo" que el presidente haya dado prioridad al diálogo social, y el ministro portavoz, Josep Piqué, aseguró que se trata de algo que va más allá de un gesto y que "responde a razones de fondo con el objetivo del pleno empleo".

En cambio el secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha optado por permanecer en Lisboa hasta el final del encuentro de la CES, previsto para hoy. Así se lo había comunicado previamente a Aznar, y la reunión de Méndez y el presidente se ha fijado para mañana, apenas una hora después de que el jefe del Ejecutivo vuelva de la cumbre de Lisboa.

La ronda con los agentes sociales la cerrarán el próximo lunes el jefe del Ejecutivo y el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas.

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