El Estado logra un superávit del 0,7% del PIB por la nueva contabilidad
Los nuevos criterios contables que se aplican a los Presupuestos han permitido que el Estado presente hasta febrero pasado un superávit del 0,7% del PIB en contabilidad nacional (derechos de cobro menos obligaciones de pago). Esa nueva contabilidad ha endosado a ejercicios anteriores 1,24 billones de pesetas, que, en parte, se descargan de los resultados de este año. Pero los intereses hay que pagarlos, y eso explica que en caja (ingresos menos pagos efectivos) se haya obtenido un déficit de 187.900 millones en los dos primeros meses del año, frente a un superávit de 413.900 el año anterior.
La enorme diferencia entre contabilidad nacional y caja (885.500 millones de pesetas hasta febrero), los nuevos criterios contables y el poco tiempo transcurrido del ejercicio hacen difícil valorar los resultados de la ejecución presupuestaria. En términos de contabilidad nacional (el criterio de Maastricht), existe un superávit del 0,7% del PIB, igual que el año anterior, pero en caja el déficit se ha disparado.Una explicación de esta diferencia es que una parte de los intereses de la deuda que habría que incluir como pago en la contabilidad nacional de este año se ha trasladado al pasado. La cifra asciende a 1,24 billones de pesetas, imputados a los años 1996, 1997 y 1998, en aplicación del nuevo SEC-95 (Sistema Europeo de Cuentas).
En caja, sin embargo, esos intereses hay que pagarlos. Y lo que ha ocurrido en los meses de enero y febrero es que se han acumulado estos pagos por valor de 1,29 billones de pesetas, el 45,9% de la cifra presupuestada para todo el ejercicio. Esto, junto a la diferente contabilización de los ingresos procedentes del Banco de España, explica que el saldo de caja hasta febrero haya sido negativo en 187.900 millones de pesetas, frente a un superávit de 413.900 millones en el mismo periodo del año anterior.
Con estas salvedades, el superávit en contabilidad nacional se ha situado en 697.600 millones de pesetas, cifra que supera en un 13,5% al del año anterior. Respecto del PIB, el porcentaje se mantiene en el 0,7%, si bien para final de año la previsión es que haya un déficit del 0,8% del PIB. Los ingresos han aumentado un 5,3% y los pagos un 3,6%.
En caja, la ejecución presupuestaria es muy distinta. Los ingresos han caído un 2% respecto de los dos primeros meses del año anterior, mientras que los pagos han aumentado un 14%. En los ingresos, lo más relevante es un aumento de apenas el 0,4% en la recaudación del IRPF, que obedece a una caída del 18% en los ingresos por retenciones del capital, frente a un aumento del 0,8% en las correspondientes a las rentas del trabajo.
Consumo fuerte
También es significativo el aumento del 16,1% en la recaudación del IVA, especialmente en el que se aplica a las importaciones (44,2% de incremento). Esto refleja también que el consumo privado sigue fuerte y recoge igualmente el aumento de precio de las gasolinas. Por los mismos motivos, la recaudación de los impuestos especiales sobre tabaco, combustibles y alcohol, ha crecido un 12,3%.
En los pagos, se han disparado los correspondientes a intereses de la deuda (45,6%), por la concentración de vencimientos. Por el contrario, han caído un 14% los destinados a inversión pública, y los de personal, un 10%, por las traspasos a las comunidades autónomas.
El secretario de Estado de Presupuestos, José Folgado, aseguró ayer que estos resultados son "satisfactorios". Garantizó el cumplimiento de los objetivos de reducción del déficit para este año, pese a la subida del precio oficial del dinero decidida la pasada semana por el Banco Central Europeo (BCE) y las probables nuevas alzas a lo largo del ejercicio. Folgado aseguró que la nueva mayoría absoluta del PP no modificará la política presupuestaria, "aunque obliga a aplicar el propio programa".
