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Europa quiere abrir más sus mercados para afianzar la 'nueva economía'

Los Quince estudiarán en el Consejo Europeo de mañana y el viernes en Lisboa la liberalización total de tres grandes sectores económicos: telecomunicaciones, transportes y energía. Ésa es una de las medidas más llamativas que la Unión Europea quiere acordar en una cumbre que estará marcada fundamentalmente por el deseo de incorporar definitivamente a Europa a lo que se ha venido en llamar la nueva economía.

Los Quince intentarán huir de la retórica consensuando una serie de medidas tanto a nivel micro como macroeconómico. La liberalización de telecomunicaciones, energía y transporte se considera una medida clave para abrir tres sectores que se consideran fundamentales en la nueva economía. Pero la propuesta no goza todavía de un consenso absoluto. Francia, la potencia europea tradicionalmente más conservadora en materia económica, ha puesto bastantes pegas, especialmente en energía.El documento que saldrá de la cumbre es todavía una pequeña incógnita. Más que nunca, los Estados miembros han enviado sus propios documentos de trabajo, de los que tiene que salir una difícil síntesis final en la que la presidencia de turno de la Unión, Portugal, lleva meses trabajando.

Han enviado su propia aportación particular no sólo España -que hace especial hincapié en promover una amplia reforma laboral-, sino Bélgica, Dinamarca, Alemania, Grecia, Irlanda, Holanda, Suecia y el Reino Unido. Hay también una propuesta conjunta de Francia, Bélgica, Italia y Luxemburgo, otra de Bélgica y el Reino Unido y dos cartas a la cumbre en las que el Reino Unido comparte ideas por un lado con Italia y por otro con España.

Fechas límites

La carta que el jefe del Gobierno español, José María Aznar, y el primer ministro británico, Tony Blair, enviaron ayer a su colega portugués, António Guterres, se pronuncia a favor de "establecer calendarios y fechas límites claros para completar las reformas económicas que todos sabemos que son necesarias". "Las vagas aspiraciones no nos bastan. El Consejo Europeo debe ser capaz de demostrar a los ciudadanos europeos que está en condiciones de ejercer un claro liderazgo para fijar un programa económico y social ambicioso y con visión de futuro para la Unión Europea de los próximos diez años", enfatizan.

José María Aznar y Tony Blair subrayan la necesidad de "combinar el dinamismo económico y la justicia social para conseguir que la economía del conocimiento sea un éxito que ofrezca trabajo y prosperidad para todos en Europa".

La preocupación por la cuestión social parece un denominador común. La presidencia portuguesa ha hecho hincapié en multitud de ocasiones en la necesidad de promover la nueva economía evitando la exclusión social. Maria João Rodrigues, consejera de Guterres en asuntos económicos y sociales, lo recordó ayer mismo una vez más.

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, lo reiteró también ayer en una conferencia de prensa. "No podemos contentarnos con una sociedad más rica pero menos justa", declaró.

A juicio del secretario general del Consejo de Ministros de la Unión Europea y Alto Representante de la Unión, Javier Solana, es muy importante "lograr reducir las distancias frente a Estados Unidos en la tasa de ocupación, que en su caso está una decena de puntos porcentuales por encima de la nuestra". A juicio de Solana, "no hay un deseo mayoritario" de fijar un plazo específico para alcanzar el pleno empleo -"ojalá pudiera ser mañana", deseó-, ni tampoco de establecer una cifra objetiva de crecimiento económico. En todo caso, lo que está fuera de discusión es que cualquier financiación pública debe respetar el Pacto de Estabilidad. "Sigue siendo intocable", dijo.

También con el objetivo del pleno empleo, la Confederación Europea de Sindicatos (CES) reclama que en la Cumbre Extraordinaria del Empleo, que se celebra mañana y pasado en Lisboa, se marquen unos compromisos para lograr el pleno empleo hacia el año 2004 y así se lo plantearon ayer sus dirigentes al presidente portugués Guterres en un encuentro paralelo a la reunión del Comité Ejecutivo de la CES que tiene lugar en Lisboa.

La CES considera necesaria una estrategia con ese objetivo y reclama a la Unión Europea que, para hacer posible el pleno empleo, se proponga lograr la convergencia real y que garantice un crecimiento económico global no inferior al 3,5% anual, junto a la reducción del desempleo en un 1% cada año.

El Comité Ejecutivo de la CES, en el que participan los dirigentes de los sindicatos españoles UGT y CCOO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, también va a decidir la convocatoria de una jornada europea de movilizaciones, prevista para el próximo 19 de junio, y que tendrá lugar en la ciudad portuguesa de Oporto, mientras se celebra la cumbre europea que cerrará la presidencia de Portugal de la UE.

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