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EE UU sube un cuarto de punto los tipos y los sitúa en el 6% para combatir la inflación

Por quinta vez en los últimos 10 meses, la Reserva Federal, el banco central de EEUU, decidió subir ayer los tipos de interés. Como en las anteriores ocasiones, el aumento ha sido de un cuarto de punto, hasta el 6%, lo que supone 1,25 puntos por encima del nivel de principios del pasado año. El precio del dinero no estaba en ese nivel desde febrero de 1998. La subida de un 0,5% en el IPC de febrero proporcionó al presidente de la Reserva, Alan Greenspan, la justificación perfecta a sus conocidos temores inflacionistas. Los mercados esperan dos subidas más en los próximos cuatro meses.

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Déficit comercial récord

La decisión se reflejará de inmediato en los tipos que los bancos aplican a los créditos habituales, incluidos los hipotecarios, que pasarán al 9%; actualmente se sitúan en un 8,75%, que ya es el nivel más elevado de los últimos 6 años. La Reserva Federal parece decidida a continuar subiendo el listón del precio del dinero hasta encontrar al menos un tímido síntoma de enfriamiento de la economía estadounidense, suficiente para disipar el miedo a que la inflación se dispare en un marco financiero tan boyante como el que disfruta este país en los últimos años.

Así lo dejó claro en su decisión de ayer al remarcar que la hipótesis inflacionaria sigue siendo un riesgo para la economía: "El rápido crecimiento puede desatar desequilibrios inflacionistas que afectarían a la expansión económica", señala el comunicado de la Reserva Federal, difundido ayer.

Es el mismo temor que llevó al Banco Central Europeo (BCE) el pasado viernes a subir, también un cuarto de punto, el precio oficial del dinero para la zona euro, hasta situarlo en el 3,50%. El BCE persigue igualmente fortalecer la moneda única europea en relación al dólar.

Temor renovado

En las últimas semanas, Alan Greenspan ya había expresado públicamente su temor a que la inflación se disparase como consecuencia del sobrecalentamiento de la economía de EEUU, engrandecida por 108 meses de crecimiento consecutivo.

Según los datos del último trimestre de 1999, la economía creció a un ritmo del 6,9%. Para el primer trimestre de 2000 Greenspan esperaba que el crecimiento no superase el 3,5%, pero los analistas ya lo sitúan en el 5%.

Ese dato otorga a la Reserva Federal una nueva carta blanca para subir nuevamente los tipos en su próxima reunión, el 16 de mayo, y posiblemente complete el incremento con uno más el 28 de junio para dejar los tipos en un 6,5% de cara al segundo semestre del año.

La teoría económica de Greenspan está basada en la lógica: insiste en que el nivel de consumo desmedido que atraviesa el país -amparado en el bajo índice de desempleo y en la riqueza que han generado los mercados bursátiles- crea una demanda capaz de desbordar la oferta, lo que constituye el marco perfecto para que se dispare la inflación.

El consumo insaciable de los estadounidenses quedó ayer demostrado por los datos del déficit comercial de enero que facilitó el Departamento de Comercio. La importación de bienes fabricados en el extranjero ha ampliado el déficit a 28.000 millones de dólares desde los 24.600 en que había quedado en diciembre.

Sin embargo, la política de incremento del precio oficial del dinero con la que el todopoderoso presidente de la Reserva Federal quiere corregir esta situación no consigue reducir el gasto en consumo, que es el auténtico motor de la economía. Ayer se conoció que el índice de precios al por mayor registró en febrero un aumento del 1%, el más alto en casi 10 años.

El problema del petróleo

No obstante, el aumento del 0,5% en el Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado febrero se achaca, sobre todo, al encarecimiento de los precios del petróleo. La denominada inflación subyacente, es decir, la que no contabiliza los precios de la energía ni de los alimentos frescos, se queda en un moderado 0,2%. Si se descuenta el "factor energía" la inflación de 1999 en EEUU sería la mejor de los últimos 35 años.

Igual que ocurre en Europa, el IPC se ha disparado por el alza del precio del petróleo, pero la perspectiva de que la OPEP produzca más barriles abre la puerta a una inflación más moderada en los próximos meses. La reunión del próximo 27 de marzo de los países productores será decisiva.

Tras conocerse la decisión de la Reserva Federal, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York subía un 1,60%. Finalmente, el Dow Jones ganó un 2,13% y el Nasdaq un 2,2%. La sesión se inició a la baja, aunque a media jornada empezó a remontar debido a la fuerte demanda de títulos de empresas financieras, del sector de nuevas tecnologías y tabaqueras. Al cierre de las Bolsas europeas no se conocía aún la decisión de la Reserva Federal, aunque la mayoría de ellas concluyó con ligeras pérdidas.

Aunque la mayor parte de los economistas sitúan los tipos en EEUU en un 6,75% cuando termine el año 2000, la Reserva Federal parece inclinada a dejarlos en un estado de hibernación a partir del verano para analizar el movimiento de la economía después de un año de subidas y para abrir un paréntesis en torno al final de la campaña electoral y las elecciones presidenciales.

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