"Prefiero un buen líder electoral, aunque no esté en el Parlamento"
Marcelino Iglesias, de 48 años, presidente del Gobierno de Aragón, tiene muy claro que convertir un ajuste fino en ajuste de cuentas sería "un flaco servicio con los ocho millones de españoles que han confiado en el PSOE".Pregunta. ¿Usted es de los que piensan que el PSOE necesita una transición ordenada o de los que defienden que a su partido hay que darle la vuelta como a un calcetín?
Respuesta. Creo que tiene que haber una transición ordenada, que tenga en cuenta la cultura y la trayectoria histórica del PSOE. En ningún caso hay que provocar una especie de catarsis. Nosotros mismos hemos hecho la derrota más profunda de lo que ha sido.
P. Los derroteros por los que empieza a ir el debate en su partido ¿están deslizando el ajuste fino hacia el ajuste de cuentas?
R. Esa sería la peor opción. Hemos tenido errores, que hay que corregir, pero los que tengan la tentación de aprovechar este momento para un ajuste de cuentas hacen un flaco favor al partido y a los ocho millones de personas que han confiado en nosotros.
P. Según usted, ¿Almunia acertó o se equivocó al irse sin esperar al congreso del partido?
R. Respeto y valoro la decisión de Almunia, que es una persona extraordinariamente íntegra, pero yo hubiera planteado la dimisión haciendo referencia al congreso. Su dimisión es perfectamente explicable, pero habría sido mejor dar con una fórmula que no provocase un vacío de poder.
P. ¿Qué opinión le merecen los movimientos iniciados por José Bono, que no se postula directamente como candidato a secretario general pero se declara disponible para serlo?
R. Bono es una persona a tener muy en cuenta, por su solidez, por su capacidad de entusiasmar. Es de las personas que tienen la obligación de jugar un papel en el futuro inmediato de este partido, y con las que habrá que contar.
P. ¿Cree que se debe empezar a construir en torno a él un cierto consenso o que es el momento de poner sobre la mesa otros nombres para que sean tenidos igualmente en cuenta?
R. No sería bueno que hoy nos cerrásemos a un solo nombre. Sería prematuro.
P. ¿Le parece viable tener un líder electoral que no esté sentado en el Congreso de los Diputados?
R. Prefiero un buen líder electoral, incluso aunque no esté sentado en el Parlamento.
P. ¿El próximo secretario general del PSOE debe ser a la vez candidato a presidente del Gobierno?
R. Creo que sí.
P. ¿Qué papel le debería quedar entonces, si es que usted cree que le debe quedar alguno, a las primarias?
R. Pueden seguir siendo válidas para escoger a los candidatos para alcaldías y presidentes autonómicos. Pero en el próximo congreso tenemos que hacer una seria reflexión sobre las primarias.
P. ¿Cabe, según usted, volver a pensar en Felipe González para sacar al PSOE de un terreno pantanoso?
R. No sólo no me avergüenzo de la etapa de Felipe González, con sus luces y sombras, sino que creo que fue extraordinariamente importante. Por tanto, no sé por qué hay que prescindir de su autoridad moral, ni entiendo a los que parecen sentirse avergonzados por el liderazgo que él desempeñó en un periodo tan brillante políticamente como han sido los últimos 20 años. No veo por qué el PSOE tiene que prescindir de quienes son puntos de referencia, sin que tengan que ser eje único.
P. El pacto con Izquierda Unida ¿está muerto?
R. No sé si ha muerto, pero no ha funcionado. No ha sido creíble que en unas semanas se orillaran todos los enfrentamientos que ha habido durante años. Creo que es fundamental que haya elementos de colaboración entre la izquierda, pero posiblemente habrá que formularlo de otra manera. Y, desde luego, que no provoque la sensación de que ese acuerdo de la izquierda es un abandono del centro. Hay que dejar muy bien sentada la relación de este partido con el voto moderado.
P. ¿Quién debe presidir la gestora que dirija el PSOE hasta el congreso de julio?
R. Manuel Chaves.
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