Los casos de tuberculosis se han cuadruplicado en el noroeste de Rusia
Los casos de tuberculosis se han cuadruplicado en los últimos seis años en la Carelia rusa, en la frontera con Finlandia, según cifras de la Cruz Roja Internacional. La enfermedad se ha disparado de 25 casos por cada cien mil habitantes a 95. Los casos mortales de la enfermedad en esta amplia región, que cuenta con 800.000 habitantes, suman ya 180.El regreso de la tuberculosis como riesgo generalizado para la población es "producto de la drástica caída de los niveles de vida", según Lariza Gvozdovskaja, responsable de la lucha contra la epidemia de tuberculosis en la Carelia rusa. En la actualidad, el 90% de los ciudadanos de esta región fronteriza con la Unión Europea viven bajo el unbral de la pobreza. La línea limítrofe entre Finlandia y esta zona representa un ejemplo dramático de la contradicción entre la opulencia y la pobreza.
La lucha contra la tuberculosis necesita, además de medicinas eficaces, instrumentos de investigación. "Nuestra situación es tan crítica que durante los últimos 10 años no hemos adquirido ningún instrumento, ni siquiera un microscopio. Hace poco, durante una intervención quirúrgica, la mesa de operaciones cedió por vieja y el paciente rodó por los suelos", se lamenta la doctora Gvozdoskaja.
En las afueras de Petrozavodsk, el hospital infantil de tuberculosos hospeda a 50 pacientes. "Esta enfermedad necesita un largo tratamiento que debería incluir periodos de reposo y rehabilitación en casa, además de alimentación adecuada, pero la mayoría de estos niños no tiene donde ir", dice la cirujana.
El resurgimiento de la tuberculosis es el gran desafío para los médicos. El bacilo de Koch ha reaparecido muy fortalecido y, si anteriormente se podía combatir con antibióticos como la estreptomicina, en la actualidad se necesitan entre cuatro y cinco antibióticos, entre ellos la rifampicina.
Una cura deficiente de esta dolencia es mucho peor que quedar sin tratamiento. Los pacientes que interrumpen su medicación, o que han tenido un mal diagnóstico, pueden experimentar un fortalecimiento considerable del bacilo y convertirse así en tuberculosos resistentes a los antibióticos (MDR, por multidrug resistence). Algunas regiones de Rusia -en Carelia aún no hay estadísticas- tienen los casos de tuberculosos MDR más altos del mundo. Estos pacientes transmiten con más facilidad la enfermedad y su tratamiento cuesta hasta 500 veces más que el de una tuberculosis normal.
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