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El presidente de Ebro se aferra al cargo con el apoyo de Economía tras las elecciones

El presidente de la empresa Azucarera Ebro Agrícolas, Vicente de la Calle, acude hoy al Consejo de Administración de la sociedad con el apoyo de Economía para continuar en el cargo. Las cajas de Castilla y León, que habían pedido su cabeza tras cuestionar su gestión, llegan desunidas y debilitadas por el rotundo triunfo del PP en las últimas elecciones generales, que ha reforzado la posición del presidente, amigo de Rodrigo Rato. El vicepresidente en funciones es un seguro esencial para continuar al frente de la azucarera y salir airoso de la moción de censura.

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Un mes de presiones políticas

El resultado de las elecciones generales del pasado día 12 de marzo se han convertido en un seguro de vida para la presidencia de Azucarera Ebro Agrícolas. Todo indicaba que los últimos acontecimientos que vivió la empresa en los últimos meses (acusaciones de presuntos fraude en la venta de melaza que llevaron a De la Calle a suspender de empleo y sueldo a tres directivos de la sociedad y a hacer duras declaraciones contra varios consejeros, entre ellos los de las cajas), iba a suponer que los representantes de las cajas de ahorro en el Consejo pedirían la dimisión del presidente.Pero, a última hora, los tiros parecen haber cambiado y no todos los consejeros tienen predisposición clara para pedir la dimisión. La política es definitiva en estos casos. Algunas de estas cajas no están de acuerdo con la estrategia seguida por Caja España y, sobre todo, por Caja Duero (ambas suman el 17,3% del capital) por estimar que los enfrentamientos se debían más a posturas personales que por la actividad de la sociedad.

Además, durante estas semanas no sólo no ha habido acercamiento entre las cajas y los gestores de Azucarera Ebro Agrícolas, sino que, además, han surgido las primeras diferencias entre las propias entidades al no estar todas de acuerdo con la línea capitaneada por Caja España y Caja Duero, en la que ha jugado un papel preponderante su presidente, Félix Pastor Ridruejo, por estimar que se estaba actuando fundamentalmente por razones personales. Algunas cajas de Castilla y León no están de acuerdo con la estrategia seguida y, sobre todo en este momento, ante la posibilidad de que se produzcan cambios en la Junta de Castilla y León tras las últimas elecciones generales. Cabe la posibilidad de que Juan José Lucas, presidente de la comunidad, ocupe un cargo en el Gobierno.

Consecuencia de todo ello, se prevé la continuidad y el reforzamiento del actual presidente, Vicente de la Calle. Además, la firma francesa Saint Louis (21,2% del capital) no apoyaría la petición de dimisión. Tampoco lo harán, con seguridad, los representantes de las firmas Mercasa y Alycesa, controladas por el Ministerio de Economía, que dirige -en la actualidad en funciones- Rodrigo Rato. Precisamente, el vicepresidente pidió calma cuando estalló el asunto y sugirió a las cajas que aflojaran la presión. Torras-KIO, que mantiene el 12%, no dará batalla y tampoco otros consejeros. Sólo queda el apoyo de algunos consejeros independientes como Alejandro Royo Villanova o José Pérez Pla, cuya enemistad con De la Calle parece que ha llegado a posiciones irreversibles.

Hoy se estudiará la reducción del Consejo de 18 a 14 miembros. Tres de los cuatro consejeros que se prevé que salgan son justamente los firmes opositores a De la Calle, es decir, Royo Villanova, Pérez Pla, y el anterior copresidente, José Joaquín Isasi Ysasmendi.

En cualquier caso, entre los principales accionistas se reclama la necesidad de poner fin a estas batallas y trabajar por el desarrollo de la sociedad. Ese nuevo orden en la sociedad pasaría también por frenar la incontinencia verbal del actual presidente en relación con la situación de la empresa y de los consejeros, y llevar un clima de paz a los directivos, minado en los últimos meses por varios despidos y sanciones. Esta reunión del Consejo se había convocado para el pasado 16 de febrero y se aplazó en un intento por lograr un acuerdo.

Durante este tiempo ha funcionado el pacto tácito de no agresión entre las partes, pero no se ha logrado ningún acercamiento entre las mismas. Las cajas de ahorro de Castilla y León se enfrentaron al presidente de Azucarera Ebro Agrícolas por haber acusado de corruptas a estas entidades, razón por la cual habían acordado solicitar su dimisión al frente de la empresa. Vicente de la Calle hizo algunas matizaciones a sus declaraciones, pero no fueron aceptadas por las entidades financieras. Durante estas semanas no ha habido acercamiento entre las cajas y los gestores de Azucarera Ebro y las elecciones generales han sido el árbitro para el futuro del presidente.

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