Los 'barones' del PSOE llenan el vacío de poder.

La controversia sobre el perfil e identidad de las personas que piloten en una gestora la transición del PSOE hacia su congreso de julio se dilucidará el martes en una reunión "informal" de los secretarios regionales del PSOE convocados por el presidente andaluz, Manuel Chaves. De este encuentro debe salir una fórmula que pueda ser aprobada con el mayor respaldo posible en el comité federal del día siguiente. La mayor parte de los barones resta importancia a la gestora y pone el énfasis, y la auténtica dificultad, en el congreso de julio, del que debe salir un líder y un proyecto nuevos. También están seguros de que la discusión les llevará todo el día, pero confían en ser capaces de acordar una fórmula que pueda ser asumida por la inmensa mayoría de los dos centenares de integrantes del comité federal. El objetivo, no obstante, es la unanimidad.Una semana después del desastre electoral y de quedarse sin secretario general cuando todavía no estaba escrutado el cien por cien de las papeletas, los socialistas abordan en serio, a partir de mañana, la negociación para designar la gestora. Mañana, Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía y secretario general de los socialistas andaluces, convocará a sus compañeros a una reunión "informal" para el próximo martes en Madrid. Se trata de cambiar impresiones por primera vez desde la derrota, y con la ejecutiva federal dimitida, entre los 17 secretarios regionales que al día de hoy constituyen el único poder legítimo en el PSOE.

19 llamadas

El órgano superior a ellos, la ejecutiva federal, no puede convocarles porque su secretario general, Joaquín Almunia, no lo va a hacer y sería el único legalmente autorizado para reunir al Consejo Político Territorial, que es el foro que agrupa a los 17 barones. Así las cosas, Manuel Chaves, con la autoridad que le concede ser cabeza visible de la federación más importante del PSOE, cogerá el teléfono y pedirá a sus 16 compañeros, uno a uno, más los representantes de Ceuta y Melilla, que se vean al día siguiente en Madrid. Nadie le replicará que quién es él para convocar, porque todos están esperando que lo haga. El presidente andaluz ya les contactó a principios de la semana pasada en una ronda telefónica para preguntarles su opinión sobre la gestora y hacerles saber su idea de cómo deben quedar las cosas.

Hasta ahora, sólo uno de los barones, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura y líder de los socialistas de esa comunidad, ha hecho saber que no está de acuerdo en que nadie de la actual ejecutiva forme parte de la gestora. En realidad, la idea inicial de Chaves no es que los miembros de la actual dirección estén en esa dirección provisional, sino que se mantengan en sus puestos y estén "a disposición" de la gestora. Esto hubiera sido así estatutariamente si Joaquín Almunia no hubiera dimitido "de manera irrevocable". Al irse y poner a los suyos en la tesitura de que hicieran lo mismo, algunos dirigentes del partido han considerado que el PSOE está en una situación de tabla rasa y, por tanto, de que los nuevos tiempos tienen que reflejarse sobre la propia gestora, por lo que no debe haber nadie, ni dentro ni en sus aledaños, que haya estado en la dirección.

Los secretarios regionales consultados por este periódico demuestran, en primer lugar, el deseo de que la composición de la gestora no sea el primer motivo de escándalo por el que se conozca a los socialistas tras su derrota. Los principios de pluralidad, prestigio e imparcialidad son los más citados. Por eso incluyen a presidentes autonómicos, alcaldes y personas con reconocimiento en el partido del perfil del ex presidente del Congreso Gregorio Peces-Barba -aunque éste ya ha declinado el ofrecimiento- o su sucesor, Félix Pons. También se cita en este apartado al ex ministro de Relaciones con las Cortes Virgilio Zapatero, dedicado desde hace años a la docencia universitaria. También mencionan a Manuel Marín, ex vicepresidente de la Comisión Europa, que vuelve a la política nacional tras haber obtenido un escaño de diputado por Ciudad Real.

En este criterio están todos de acuerdo, así como en excluir de la gestora a aquellos que se reserven para optar a la secretaría general, como es el caso del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono. Pero, con esta salvedad, la mayoría de los barones sí tiene el máximo interés en que estén en la dirección provisional el presidente de Andalucía, Manuel Chaves, e incluso en que la presida; el presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces; el presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y alcaldes que renuevan victoria votación tras votación como el de A Coruña, Francisco Vázquez, o el de San Sebastián, Odón Elorza. Hasta aquí, sin problemas.

Los críticos

El conflicto empieza después. Los conceptos de pluralidad y respeto a las "familias o sensibilidades" del partido son permanentemente invocados por el sector crítico. En este grupo estarían los guerristas, la corriente Izquierda Socialista y los diferentes grupos sin organizar que apoyaron en las elecciones primarias a José Borrell frente a Joaquín Almunia. Los guerristas han designado a Txiki Benegas y a Tomás Rodríguez Bolaños como interlocutores de una eventual negociación para formar la gestora. Benegas y Chaves han conversado por teléfono, pero no ha habido compromiso para abrir una mesa de negociación. De momento, lo único claro es que Chaves se reunirá con el "poder orgánico", lo que no excluye, según diferentes interlocutores, que pueda hablar con los guerristas o con otros grupos. El objetivo es que la gestora salga el miércoles con el apoyo total del comité federal, algo que, a tres días vista, no está garantizado.