El Barça confía en su poderío goleador
Los azulgrana confían en mantener su juego ofensivo ante un Deportivo imprevisible
El gigante que ha dejado de dormir, como intuía desde hace tiempo Javier Irureta, frente al líder que espera conjurar viejos fantasmas y acabar con los traumas. El Barça aguarda esta noche (21.00, Autonómicas y La 2) al Deportivo en una cita que se adivina crucial para saber lo que le queda de Liga al Camp Nou. No hay marcha atrás. O cara o cruz. El Barça es consciente de que una derrota le alejaría del título -"perder sería casi decir adios", avisó Guardiola- y ha acogido el encuentro con toda la presión de una final. El Depor, líder con 52 puntos -el Barça es tercero con 47-, tiene menos prisas, aunque una victoria le catapultaría hacia el título.Asentado otra vez en sus raíces futbolísticas, el Barça ha encadenado desde que mordió el barro en el Bernabéu cinco victorias llenas de goles -3,4 por encuentro- y el mejor fútbol del año. El equipo ha vuelto a pasearse por Europa y se ha enganchado a la grada. No es gratuito que se agotaran ayer rápidamente las entradas. Hay cierta sensación de poder repetir las históricas remontadas. "No es buena la euforia, pero es mejor que el mal ambiente", dijo ayer un impasible Louis Van Gaal, que ha moderado en la forma y en el fondo su discurso. "Estamos a cinco puntos y nos jugamos más que ellos. Ésa es la verdad. Habrá que hablar sólo en el campo".
Van Gaal sólo tuvo palabras de elogio para el Deportivo: dijo que le sobraba experiencia para resistir la presión y avisó que la historia y las estadísticas -el líder no ha ganado nunca en el Camp Nou- están para romperlas. "Pero este estadio lleno impresiona", dijo al final. Tiene una fijación: que ganará el equipo que sea mejor bloque. Y una esperanza: que el Barça mantenga su línea de crear más ocasiones que el rival y que las aproveche. "Así tendremos muchas más opciones de ganar", dijo. La libreta ya no se toca. El holandés alineará a su mejor equipo, que nace con la salida del balón de Frank de Boer, que ha superado su particular crisis, hasta Guardiola, recuperado como Cocu de su lesión. Quien no estará ni en el banquillo es Lítmanen, ya a un paso del récord: ayer sufrió su sexta lesión esta temporada.
Al Camp Nou llega un líder desconcertante, como el mismo campeonato que encabeza. De este Deportivo se puede esperar siempre lo mejor y lo peor. Hace una semana, parecía hundido tras la goleada que recibió en Londres y la derrota en Málaga. Pero, cuando menos se le esperaba, el domingo apareció un gran Deportivo que dio todo un baile al Valencia. Ese partido dejó dos noticias muy esperanzadoras: la confirmación del estado de gracia de Djalminha y el renacer de Fran, cuyo primer gol del curso ayudó a enterrar todas las dudas que parecían asaltarle tras una lesión de varios meses.
Irureta es hombre de costumbres y parece decidido a respetar el principio de que cuando un equipo juega bien, mejor no tocar nada. Con respecto al domingo, regresará Mauro Silva en el lugar de Jokanovic, pero en la defensa es probable que se mantenga Schurrer pese a que el titular habitual, Naybet, ha cumplido su partido de sanción. Eso fue lo que se entrevió en el ensayo de ayer, aunque no hay que descartar que Irureta jugara al despiste. La experiencia dice que el Deportivo cederá la iniciativa y buscará el contragolpe.
Irureta está encantado de que todo el mundo considere favorito al Barça: "Ir de víctimas no nos viene mal. A ver si se confían y los podemos sorprender". La tesis de la plantilla es que el equipo debe estar tranquilo: el liderato seguirá en A Coruña aunque pierda. Pero también es verdad que una victoria supondría un paso decisivo en pos del título. "Si ganamos, es difícil que se nos escape", afirma un optimista Turu Flores. Irureta es más cauto: "Podemos asestarle al Barça un golpe muy duro, pero no definitivo". Y Djalminha recordó: "Hay otros rivales y debemos respetarlos a todos, como Madrid, Alavés o Zaragoza".
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