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ESPACIO Biología Los costosos experimentos de proteínas en microgravedad apenas tienen valor científico

Los experimentos de cristalización de proteínas realizados en el espacio y con un coste muy alto apenas tienen interés científico, dice un informe realizado por el National Research Council (NRC) estadounidense, informa la revista Nature. "Hasta ahora no se puede señalar ni un solo caso en que los experimentos de cristalización realizados en el espacio hayan sido un paso adelante crucial para lograr un resultado que signifique un avance científico destacado", dice el informe. "En la mayoría de los casos en que un experimento ha sido calificado de éxito, el avance obtenido no ha sido fundamental".

Las conclusiones del informe no son tan duras como las del comité de la American Society for Cell Biology que hace dos años propuso que se suprimieran los experimentos en el espacio de cristalización de proteínas. De cualquier modo, el NRC deja claro que son exageradas las afirmaciones de la NASA sobre el alto valor científico de estos experimentos que se realizan en los transbordadores espaciales.El nuevo informe del NRC señala, no obstante, que las instalaciones científicas de la futura Estación Espacial Internacional (ISS) pueden servir para comprobar si merece la pena hacer crecer proteínas en condiciones de microgravedad.

El objetivo de la cristalización es ver la estructura tridimensional de una proteína para descubrir cómo se pliega y dónde están los segmentos clave. Para hacerlo se purifica la proteína y luego se va evaporando muy lentamente, hasta que pierde el agua. Luego, con técnicas de difracción de rayos X, se ve la estructura. La cristalización es una práctica habitual en los centros de biología molecular y la idea de desarrollar estos experimentos en el espacio es que, en ausencia de gravedad -o, más exactamente, de microgravedad-, los cristales producidos serían más perfectos que en la Tierra, dado que no actuaría la gravedad y se evitaría la alteración de la homogeneidad de la estructura. Un cristal perfecto es más fácil de estudiar. De cualquier forma, son investigaciones de ciencia básica y normalmente alejadas aún de la producción de medicamentos, pese a que esta justificación es la que airea la NASA.

"Hasta la fecha, el impacto de la cristalización en microgravedad en la biología estructural en conjunto ha sido extremadamente limitado", dice el informe, que señala varios motivos. Los experimentos en los transbordadores, destaca, han sido breves y han sufrido la falta de un entorno libre de vibraciones. En las naves espaciales, incluso los desplazamientos de los astronautas producen indeseados movimientos.

Además, sólo un grupo reducido de científicos ha participado por ahora en estas actividades, señala el informe. También se recuerda que, "aunque muchas empresas privadas han firmado acuerdos como socios de los experimentos espaciales, acuerdos muy aireados por la NASA, ninguna ha comprometido aún recursos financieros significativos en los mismos".

El informe del NRC recomienta a la NASA que involucre a más investigadores en este tipo de experimentos, señalando, además, que los procedimientos actuales de selección no atraen a los mejores científicos. Por ello se propone que la NASA estudie la puesta en marcha de programas conjuntos con los institutos nacionales de salud (EEUU) y con la Fundación Nacional para la Ciencia.

También se apunta el problema de definir claramente el papel de la microgravedad en éxitos científicos registrados. Cuando se cristalizó en órbita la enzima de restricción EcoRI acoplada al ADN, los resultados de los análisis de difracción fueron mejores que los de las muestras crecidas en la Tierra. Pero el informe del NRC puntualiza que fue difícil atribuir el éxito exclusivamente a las condiciones de microgravedad, dado que en el análisis de las muestras se utilizaron técnicas criogénicas y de radiación sincrotrón muy avanzadas.

De hecho, afirma Nature, la mayor resolución de los datos que se están logrando con las fuentes de radiación sincrotrón en la Tierra han barrido una de las ventajas principales que se argumentaban de las muestras obtenidas en el espacio: el tamaño de las muestras cristalizadas. "Aunque la presunción de que el tamaño crucial puede persistir en la NASA, los científicos están hoy interesados en métodos de cristalización que proporcionan cristales de mayor calidad", afirma el informe.

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