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Elecciones 2000

Pírrica victoria

Ana Pantaleoni

Hay victorias relativas, y hay derrotas que no se pueden evitar. A pesar de que Iniciativa per Catalunya-Verds celebró como triunfo el haber obtenido un representante en el Congreso, a pesar de que Rafael Ribó y Joan Saura han subrayado que los electores designan a los ecosocialistas como "vertebradores" de la izquierda radical, es cierto que Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), referente catalán de IU, fue derrotada en las urnas el 12 de marzo, pero IC también perdió.La izquierda de la izquierda ha perdido votos. Ha visto como a la escisión que dio origen a EUiA y el enfrentamiento con IC-V siguen hoy el desencanto de los electores potenciales de ambas formaciones. Con el apoyo ahora de 118.846 votos, Iniciativa se mantiene lejos de los 296.985 que obtuvo en las legislativas de 1996, un año antes de la ruptura con IU. Pero desde la formación ecosocialista, el acta de diputado de Joan Saura se interpreta como "el fin de la excepcionalidad vivida por la formación durante las municipales y las autonómicas". "Ellos han perdido y esto quiere decir que en el futuro el espacio a la izquierda de los socialistas lo articularemos nosotros", afirmaba Joan Saura, vicepresidente de IC-V.

Así, mientras IC-V celebra su victoria particular, sus ex compañeros se quedan sin representación parlamentaria ni institucional en Cataluña a pesar de haber conseguido un leve aumento de votos. Si en las autonómicas de 1999 obtuvieron 44.454 votos, en estas generales han logrado 74.728. Pero el pacto entre el PSOE e IU no ha logrado el empuje esperado por los anguitistas catalanes. EUiA denunció que Iniciativa jugaba, durante esta campaña, a sembrar confusión con las siglas de ambas formaciones, beneficiándose del impulso electoral de IU. Pero pese a las acusaciones de los anguitistas catalanes, lo cierto es que en el recuento de votos en estos comicios generales ambos salen perjudicados: IC-V y EUiA suman menos de 200.000 votos.

Ante este reducido espacio electoral, el 5%, las direcciones de IC-V y EUiA tienen ante sí la pregunta de si lo verdaderamente importante es derrotarse entre sí o encontrar alguna fórmula de colaboración mutua.

Asignatura pendiente es la ya renombrada reconstrucción del espacio de izquierda radical en Cataluña. Hubo un intento que no cuajó antes de las elecciones. Iniciativa lanzó una oferta de acuerdo que EUiA no aceptó por no considerarla sincera: los dirigentes anguitistas expresaron su rechazo a integrarse en las listas de Iniciativa. Ahora, y con los resultados en la mano, EUiA, en su condición de perdedor, tiene más difícil lograr una reunificación digna.

Para IC-V, uno de los logros del domingo electoral fue aventajar a sus ex socios anguitistas, pero las cifras no arrojan mucho más que una victoria pírrica.

Otro ejemplo de victoria mínima es el resultado de ERC, un partido al que le han faltado 9.000 votos para obtener un segundo escaño en el Congreso. Es decir, el partido republicano repite escaño en la Cámara -en 1996 Pilar Rahola salió elegida diputada, y después de la escisión del PI pasó al Grupo Mixto- y se considera una formación en ascenso por haber crecido, en términos absolutos, en 27.000 votos.

Pero ERC ha reconocido tras estos comicios que no ha sido capaz de atraer a los 200.000 votos que han pasado de CiU a la abstención. El candidato electo Joan Puigcercós señala que, de esta bolsa de votantes, su partido sólo ha captado el 10%, es decir unos 20.000. A juicio del vicesecretario general de esta misma formación, Josep Huguet, mucho más optimista, el proyecto sigue "ascendente" ya que se ha logrado presencia en el Congreso y también en el Senado.

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Sobre la firma

Ana Pantaleoni
Redactora jefa de EL PAÍS en Barcelona y responsable de la edición en catalán del diario. Ha escrito sobre salud, gastronomía, moda y tecnología y trabajó durante una década en el suplemento tecnológico Ciberpaís. Licenciada en Humanidades, máster de EL PAÍS, PDD en la escuela de negocios Iese y profesora de periodismo en la Pompeu Fabra.

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