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ELECCIONES 2000

Los comicios refuerzan el poder de Piqué

El crecimiento del Partido Popular de Cataluña en las pasadas elecciones generales ha reforzado el peso de Josep Piqué como auténtico hombre fuerte de este partido en detrimento de su presidente formal, Alberto Fernández Díaz. La principal incógnita sobre la que ahora dan vueltas los dirigentes es qué papel desempeñará Piqué en el organigrama interno del partido en Cataluña tras el próximo congreso, previsto para junio, y si Alberto Fernández Díaz continuará o no como presidente formal.El PP reúne hoy a la junta directiva nacional, mientras que la ejecutiva regional no se celebrará hasta el próximo jueves. Para hoy está convocada, no obstante, una reunión del grupo parlamentario presidida por Alberto Fenrández Díaz. El presidente regional conversó ayer telefónicamente con Josep Piqué y se felicitaron por los resultados obtenidos.

No obstante, las relaciones entre ambos fueron muy distantes en la pasada campaña electoral. Dirigentes próximos a Fernández Díaz explican que éste encajó con disgusto el esquema de campaña diseñada por los colaboradores del ministro, que le reservaban un lugar muy residual. Fernández Díaz y la mayor parte de la cúpula del partido apenas coincidieron con Piqué en toda la campaña y el ministro prefirió que lo acompañara el principal candidato al Senado, Santiago Fisas.

En la noche electoral, Fernández Díaz no hizo ninguna referencia al ministro en el discurso que pronunció ante los militantes que se acercaron al hotel Barceló-Sants para festejar los resultados. Además, eludió pronunciarse sobre la existencia o no del llamado efecto Piqué. Interpelado sobre las causas del triunfo, el líder regional subrayó que se debió a una "conjunción de factores", entre los que enumeró la gestión del Gobierno de José María Aznar, las cualidades de Piqué y el esfuerzo y la participación del partido en Cataluña y de todos los militantes.

Los dirigentes más reacios a aceptar la existencia del efecto Piqué esgrimen fundamentalmente dos razones para ponerlo en cuestión: por un lado destacan que el PP ha crecido en Cataluña por debajo de la media de España -el 4,8% frente al 6,7%-. Del otro, argumentan que el efecto Piqué implicaría que los electores tradicionales de CiU opten en esta ocasión por el PP, lo que a su juicio difícilmente se ha producido porque la coalición nacionalista ha perdido menos de 1 punto con respecto a 1996 cuando el PSC ha descendido más de 5.

No obstante, incluso entre estos sectores de la ejecutiva regional se acepta que Piqué sale muy reforzado de los comicios e investido como hombre fuerte. Fuentes del entorno de Aleix Vidal-Quadras casi descartaron que el ex líder regional presente batalla en el próximo congreso.

Vicens Gimenez
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