El Atlético también se 'funde' en Europa
El equipo rojiblanco, flojo en ataque y en defensa, cayó ante un rival ordenado y agresivo
El Atlético cerró un nuevo curso europeo sin grandeza alguna. Frente a un rival ordenado y agresivo, los rojiblancos se fundieron de forma irremediable. Atascados en ataque y con múltiples fugas en defensa pasaron una noche agria, aunque su voluntad les permitió soñar en algunos tramos de partido. Hoy día no son tiempos de grandes aventuras para este Atlético que bastante hizo con sostenerse de pie casi hasta el último suspiro.La primera parte fue un calvario para el Atlético, que a punto estuvo de salir definitivamente chamuscado de no remediarlo Hasselbaink. Con un fútbol descompuesto y sin sello alguno, los rojiblancos no tuvieron presencia. Bailaron la partitura que decidieron los franceses, que siempre expusieron más sudor que fútbol. Era fiesta mayor en Lens y sus chicos se dejaron el alma para llevar al equipo local a los primeros cuartos de final europeos de su historia. Pero el Atlético no está para gaitas. Le puede la angustia y se siente a la deriva. Por ahora, el efecto Antic no ha cerrado las heridas. En pleno naufragio el cambio de rumbo se hace demasiado brusco. En las antípodas de Ranieri, el credo de Antic supone un nuevo enredo.
LENS 4ATLÉTICO 2
Lens: Warmuz; Sikora, Pierre-Fanfan, Ismaël, Queudrue; Coridon (Lachor, m.92), Blanchard, Dacourt, Brunel; Sakho (Moreira, m.71) y Nouma (Rodríguez, m.85).Atlético: Molina; Aguilera, Ayala, Gamarra, Capdevila; Njegus, Bejbl, Valerón (Hugo Leal, m.81), Solari (Kiko, m.46); Roberto (Correa, m.68) y Hasselbaink. Goles: 1-0. M. 28. Nouma. 2-0. M. 36. Sakho. 2-1. M. 44. Hasselbaink, en saque de falta. 3-1. M. 52. Nouma. 3-2. M. 64. Kiko resuelve un barullo en el área tras un córner. 4-2. M. 70. Brunel. Árbitro: Levnikov (Rusia). Amonestó a Gamarra, Correa. Expulsó a Kiko. Unos 40.000 espectadores.
En Lens, el técnico serbio envidó de entrada con la sorprendente alineación de Roberto como acompañante de Hasselbaink. Con cierta fama de centrocampista llegador, Roberto se diluyó.
Sin recursos para la ofensiva y con Valerón dimitido, al Atlético se le abrieron todas las costuras. Porque el equipo también defendía mal: Sakho y Nouma torturaron a los dos centrales paraguayos. Con sencillos desmarques felinos en diagonal pusieron al desnudo a Ayala y Gamarra. Para colmo, ninguno de los dos fue capaz de bloquear los dos remates de cabeza de Nouma. El primero abrió el marcador y dejó sonado al Atlético durante veinte larguísimos minutos, lo que tardó Hasselbaink en dar su zarpazo al filo del descanso. El segundo cabezazo de Nouma (3-1) casi echa del partido a los de Antic.
Corto de reserva anímica, el Atlético se llevó este tercer varapalo justo cuando daba los primeros síntomas de poder voltear el curso de la noche.
En el descanso, Antic había cerrado el experimento de Roberto, al que desplazó al lado izquierdo y metió a Kiko junto a Hasselbaink. Durante algunos minutos el Atlético masticó mejor el choque. El jerezano conectó con Valerón en un par de trazos. Se hizo un poco la luz y los madrileños abrocharon la pelota con sentido. Pero otro pelotazo cruzado mal defendido le empinó de nuevo la eliminatoria.
Dislocado completamente el choque, Kiko devolvió de nuevo la esperanza y con el 3-2 dejó al Atlético a un gol de los cuartos de final y casi media hora por delante. Todo un océano, máxime ante un rival agresivo y directo, pero con escaso sentido táctico del juego, lo que le impidió pasar una noche con menos sobresaltos. Un enemigo al que le bastó un enésimo balón por los cielos para cerrar el duelo.
Y es que este Atlético no está para nada; salvo para exponer enormes dosis de voluntad. Tanta como fútbol le falta. Tras más de media temporada aturdido y sin rumbo desde la nublada pizarra de Ranieri, la remontada se hace sideral. Incluso con el remedio de Antic.
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