Zaplana pide a los valencianos "la mayoría más amplia, la más generosa, la más clara" para el PP

El Partido Popular reventó ayer la Plaza de Toros de Valencia con un lleno hasta la bandera para aclamar a José María Aznar, candidato a la presidencia de Gobierno. Aznar confesó que sueña con llegar a Valencia cada vez que empieza una campaña electoral y el público le correspondió con creces. El presidente del PP apeló a la estabilidad y al respeto al Estado de derecho, y deslizó dos promesas en clave valenciana. "Habrá AVE", dijo sin mayor concreción, y aseguró que la aprobación del Plan Hidrológico Nacional es inminente. Eduardo Zaplana, presidente regional del PP, se inspiró en el himno y pidió a los valencianos "la mayoría más amplia, la más generosa, la más clara posible".

No fue el exceso de Mestalla, que los populares llenaron hace ahora cuatro años para el acto central de campaña, pero la plaza de toros de Valencia estaba a reventar. Un grupo de animadoras con falda corta amenizó al respetable al más puro estilo americano hasta que una lluvia de confetti recibió a los candidatos del PP y sus dos anfitriones.Rita Barberá dio la bienvenida. Federico Trillo le puso especial enfásis a la condena del último atentado de ETA. Francisco Camps comentó que le resulta muy fácil hacer campaña. Juan Costa aseguró que los valencianos han recuperado la confianza. Y Zaplana pidió el voto.

El presidente regional recordó cómo Felipe González, hace unos días, afirmaba que la Comunidad Valenciana es clave en las próximas elecciones. "Lo que no sabe es que esta Comunidad no es la que él conocía", bromeó, "y debería saberlo porque vino por la autovía". "Esta ya no es la Comunidad que ahuyentó a Disney", dijo en alusión al frustrado proyecto de inversión de la multinacional del ocio, sino "una Comunidad fuerte y vigorosa".

"Hemos sembrado mucho durante estos cuatro años y sería una torpeza no recoger la cosecha, la cosecha del pleno empleo", dijo Zaplana. Convencido de que es posible que el PP acumule más del 50% de los votos emitidos el próximo domingo, y consciente del éxito personal que supondría semejante aluvión, el presidente regional recordó la evolución del voto desde las autonómicas de 1995, y afirmó: "Estamos a mitad de camino", y pidió "la contribución más importante" al triunfo de Aznar.

Zaplana explicó que el PP está más allá de las derechas y las izquierdas; que mientras el ocupe la presidencia regional, el partido estará abierto a todos; y que nunca ha entendido eso de los "techos y suelos" que barajan los expertos en encuestas. Pero recordó que "en un solo día nos jugamos cuatro años" e invitó a un triunfo clamoroso.

El candidato socialista, Joaquín Almunia, recibió una pequeña ración de burlas. Zaplana leyó cuatro titulares correspondientes a su etapa como ministro de Trabajo, que contrapuso con los datos de empleo de la época, y otros dos relativos a las elecciones primarias que desarrolló el PSOE hace dos años. "Si pierdo las primarias, dimito" y "voy a trabajar como el primero para que Borrell sea presidente del Gobierno", leyó. "¡Y nos llama mentirosos!", clamó entre aplausos de júbilo. La broma se invirtió para defender la credibilidad del actual presidente de Gobierno: "¿Quién no va a creer a José María Aznar?", y para apelar de nuevo al voto y aprovechar "una oportunidad histórica" y no llegar "con el paso cambiado" al salto de la modernidad.