Elección de mujeres

Este 8 de marzo de 2000 la Plataforma de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres exige el derecho de las mujeres a ser elegidas, y lo exigimos desde la responsabilidad y el reconocimiento a nuestras ancestras, las sufragistas, que no es necesario estar muy instruido/a para conocer que cientos de estas mujeres pagaron su derecho al voto con persecuciones, difamaciones, exilios, muertes y demás vejaciones que puede soportar mujer u hombre.Hoy podemos votar pero no queremos seguir votando sin la democracia real que supone la participación del 52% de la población mundial.

Ya no nos valen las cuotas, que evidentemente han hecho posible la presencia de las mujeres en el ámbito político y por ende en sindicatos, empresas u otros, aunque en la mayoría de los casos con escasísima representación, pero nadie desea ser políticamente incorrecto.

No queremos que se nos represente a nivel mundial sólo con el 13% de parlamentarias, elegidas por el poder masculino de los partidos políticos. Hay que ser necia/o para aceptar que "la que vale, vale" no teniendo conciencia de lo que supone nacer en una sociedad patriarcal (supremacía del hombre sobre la mujer), donde la costumbre y educación marcan las pautas de conducta de mujeres y hombres, donde estos últimos pagan también sus tributos porque tienen que ser fuertes y los hombres no lloran, las mujeres sí podemos llorar, también se nos puede violar, asesinar, prostituir, explotar y doblemente cuando desafortunadamente hay que huir del hambre y dar las gracias por un salario irrisorio, una barraca por vivienda, además de tener que soportar ser maltratada por el compañero de vida, no en casos aislados, como decía algún político.

No queremos seguir soportando la responsabilidad del paro en este país porque las menos se han incorporado al mundo laboral, ni contratos a tiempo parcial para seguir ocupándonos de la infancia, personas enfermas o incapacitadas, prestando con ello los servicios sociales que el Estado no asume y que se nos obliga a realizar gratuitamente.

Queremos derechos individuales que nos posibiliten optar por otros modelos de familia donde no nos veamos abocadas a la dependencia económica de la persona con la que decidimos compartir nuestras vidas, queremos tener la posibilidad de optar por una maternidad responsable que no suponga la renuncia a nuestro desarrollo profesional y humano, y queremos compartir el poder para implementar políticas que no desprecien a ningún ser humano por su sexo, color de piel, religión, opción sexual o clase social.- Rafaela Pastor Martínez (presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres). Córdoba.