Perros en la pasarela

Ella es como una modelo de alta costura. Hace horas que la peinan con esmero. Cuando le toca el turno sale a escena con unos andares elegantes. Los flashes de los fotógrafos no le ponen nerviosa y un lazo rojo se mueve gracioso en su cabeza mientras recorre la pasarela. Se llama Tingirl Olean, es una perra yorkshire terrier de casi dos años y no desfila en el Salón Gaudí ni en la Pasarela Cibeles: lo hace en la XXIV Exposición Internacional Canina de Sevilla, que se celebra este fin de semana en el recinto ferial de Alcalá de Guadaira.Otros 1.000 perros participan junto a Tingirl en el concurso que centra el interés de la exposición. De todas las razas imaginables -más de 100-, de todos los tamaños posibles -desde los pequeños pomerania hasta los grandes san bernardo-, y de todos los lugares del mundo: el 60% de los inscritos procede de Andalucía Occidental, un 20% es del resto de España y otro 20% procede de países como Francia, Italia, Suecia o Finlandia. Suelen ir durante todo el año de exposición en exposición, en lo que llaman el circuito.

La reunión canina de Alcalá "tiene un tamaño intermedio entre las que se celebran en España", según explica Javier Sánchez, encargado de la organización y vicepresidente de la Sociedad Canina de Andalucía Occidental. Esta exposición queda lejos de la de Madrid, a la que acuden cerca de 5.000 canes, pero es la tercera más antigua, y la más concurrida de Andalucía. Una ridiculez comparada con la de Crufts, en Gran Bretaña, en la que participan más de 25.000 perros. ¡Y eso que no permiten la inscripción de animales que no hayan nacido allí!

En Sevilla, y en su categoría, Tingirl no tiene rival. Ayer por la mañana se hizo con el título de campeón de su raza. Las razas se agrupan en 10 categorías según su utilidad: pastores, caza, compañía... De cada grupo saldrá un perro que, esta tarde, luchará con los otros nueve por el título de Best of Show, que le acreditará como el mejor de la exposición.

Esa lucha final es posible porque, en realidad, los perros no compiten entre sí, sino contra un modelo perfecto imaginario. De la comparación con el perro 10 de cada raza surge la nota que al final colocará a cada uno en su sitio.

La decisión corresponde a jueces como Renèe Willis, sueca, que lleva más de 20 años valorando perros por todo el mundo, incluso en Crufts. "Lo más importante es que la proporción física del animal se ajuste al modelo de su raza", dice.

Para parecerse a ese ideal de belleza ningún esfuerzo es suficiente. Fernado Llobell, dueño de Tingirl, deja claro, con un cepillo en el bolsillo de la chaqueta, que el pelo de su perra tiene más horas que el de muchas señoras: "Hay que lavarlo mucho, darle aceites y cogerle los mechones con papel de seda".

Alrededor de los animales bullen sus dueños, los jueces que los evalúan y, como no, el dinero. Empresas de comida especializada, veterinarias y de accesorios se rifan a los criadores. ¿Qué comida darle? ¿Y lazo, cuál le hará más guapo? ¿Y los perros? ¿Qué opinarán ellos?