Piqué expresa "simpatía" hacia las reivindicaciones de los homosexuales
El ministro portavoz y candidato del Partido Popular (PP) por Barcelona, Josep Piqué, expresó ayer personalmente su "simpatía" hacia las reivindicaciones de los colectivos homosexuales, aunque evitó comprometerse a impulsar sus demandas en Madrid. "Nos ha explicado que en su partido se ha avanzado mucho sobre estas cuestiones, pero que todavía es muy difícil que se acepten determinadas cosas", explicó un portavoz de la Coordinadora Gay-Lesbiana, entidad que ayer se entrevistó con el candidato.En las pasadas autonómicas, el candidato del PP, Alberto Fernández Díaz, evitó entrevistarse con los colectivos homosexuales y delegó su representación en el diputado Daniel Sirera. Además, el presidente de los conservadores catalanes ha amonestado en varias ocasiones a los dirigentes de su partido que han tomado iniciativas en defensa de los derechos de los homosexuales que juzgó demasiado atrevidas.
Piqué, no obstante, manifestó "simpatía" ante la exigencia del colectivo homosexual de que se reconozcan legalmente los matrimonios entre homosexuales. Piqué subrayó que le parece especialmente interesante que las demandas "partan de la base de defender la familia".
El candidato popular se entrevistó también con representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) y entidades sociales en el hotel Barceló-Sants. Al encuentro asistieron una quincena de entidades; entre ellas, la ONCE, Cáritas y la Cruz Roja. Sólo dos de las 70 organizaciones integradas en la Federación Catalana de ONG para el Desarrollo asistieron a la reunión -la Cruz Roja y la Fundación Akwaba- y no acudió a la cita nadie de su junta. También participaron en el encuentro el Grup d'Entitats Catalanes de la Família, Provida, el Arzobispado de Barcelona y la Fundación Carmen y María José Godó.
El candidato completó su jornada con dos reuniones más: con empresarios, en el hotel Plaza, y con representantes de los mercados municipales y del gremio de la alimentación de Barcelona. A todos alertó del peligro que, a su juicio, supone el "barullo, cacao y poti-poti" de la izquierda.
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