¿DE VERDAD DIJE...? "El PSOE ordenó borrar vídeos de TVE" Rafael Hernando, en octubre de 1999

Gema Rebollo tiene 19 años, es voluntaria del Samur y estudia un módulo de FP de auxiliar de enfermería, pero su mayor ilusión es ser policía municipal como su padre, que murió en el atentado de ETA del 19 de junio de 1995 en la plaza de Callao de Madrid.Pregunta. ¿Cómo vivió el último atentado en Madrid?

Respuesta. Estaba de guardia y, aunque no me desplacé al lugar, estuve en el centro de ambulancias siguiendo el despliegue. Te puedes imaginar todo lo que sentí y recordé ese día.

P. ¿Se ha perdido una oportunidad ahora que ETA ha roto la tregua?

R. Yo nunca confié en que durara mucho. Siempre buscarán otro pretexto para matar y, una vez más, lo han vuelto a encontrar. La tregua fue una estrategia de la banda terrorista para reorganizarse. Ahora, los políticos no deben dar su brazo a torcer.

P. ¿Y respecto a la política penitenciaria?

R. A mí, que lo he vivido muy de cerca, me da igual lo que sea de los terroristas, como si se pudren en la cárcel. Lo mínimo es que cumplan la condena. El sufrimiento de sus familias será menor, aunque los tengan lejos de sus casas, que el de aquellos que hemos perdido a un familiar al que nunca volveremos a tener.

P. ¿Votará en sus primeras elecciones generales?

R. Sí, aunque aún no he decidido a quién. Votaré, aunque sea en blanco, si no me convence ningún partido.

P. ¿Para qué?

R. Para mostrar que no me siento políticamente representada, pero sí implicada.

Imanol Arias confiesa sus preferencias: "Mi voto será de izquierdas". Pero su ideología no ha impedido que hasta el partido en el Gobierno se haya acercado a él tras el manifiesto que leyó en la Puerta del Sol contra el terrorismo. La respuesta ha sido siempre la misma: seguirá la campaña de lejos.El pacto PSOE-IU le interesa sobremanera: "Ha sido muy positivo. Gracias a él, las filas del PSOE se van a rejuvenecer, algo que era muy necesario. Creo que el problema del PSOE es el propio partido, no sus ideas. A Izquierda Unida le servirá para ver el panorama de otra manera. Porque una cosa es hablar de ideas y otra tener delante la posibilidad de gobernar".

Uno de los detalles que toda mujer-mujer debe cuidar es la introducción en su discurso de diminutivos que endulcen la vida de sus projimitos. Es por ello que ayer se me deslizó un Milikito donde tenía que haber escrito Miliki. Ustedes perdonen. En cambio, el hecho de que la cabecera de esta crónica cambiara ayer su título cabal Mis labores (que corresponde a lo que hace una mujer al cuadrado) por Mis deberes, es error que me temo procede del interés del duende de la imprenta para que servidora no deje de ser una mujer de las que se emanciparon antes de que el PP nos liberara. Y conste que esto último no lo digo yo, sino Esperanza Aguirre, en su anhelado (al menos, por Pablo Carbonell) retorno a la acción mutante: "No hay partido político que haya hecho más por la liberación de la mujer que el PP", dijo Espe. Y yo me volví loca.Ahora bien. ¿Puede una m-m ser fetichista sin pecar? En este centenario de Luis Buñuel que vuelve a poner de moda las subyugantes piernas de madera, los botines de cordones y las navajas para rasgar ojos, ¿hay también sitio para las superfemeninas y ultrafamiliares? Dejen que les conteste: rotundamente sí. Pues existe un lugar en España, un pequeño y delicado rincón de Madrid, en donde se nos ofrece el goce y la alegría de dar rienda suelta a las oscuras perversiones que anidan en el alma de cualquier marujona.

Se trata de la Boutique de Jose, más conocida en el siglo como Oficina de Atención al Ciudadano, y se encuentra en la calle Génova, en los bajos de la sede central del Partido Popular. Tengo una amiga que se ha quedado tiesa, cual mujer de Lot, contemplando los objetos que allí se venden.

Una raqueta de pádel marca Ironic, de color amarillo (a falta de látigos, puede utilizarse para el azote inglés). Un parchís y un juego de damas magnéticos (las piezas sirven para arracar, en plan brutal, los piercing de las tetas). Un delantal amarillo y otro azul (que puede usar la santa como único ropaje mientras limpia, pongamos, la plata de la familia). Todo ello, con el correspondiente anagrama del PP, iniciales en rojo y gaviota azul esperanzado volando hacia el futuro. Estas actividades propias del vicioso solitario pueden cronometrarse (para llegar puntualmente a los mítines) mediante la adquisición previa de un reloj de cocina que tiene en lugar de horas una lunita, un solecito, una estrellita, un patito... y así hasta llegar a (¿lo adivinan?) ¡al anagrama del PP, que señala las 2 en punto!

Dirán ustedes que a este despliegue fetichista le falta ortopedia, pero no: en el centro del escaparate, entronizado diría yo, se encuentra un par de zapatillas masculinas (de hombre-hombre) de andar por casa. De paño azul, con ribetes de cordón noble y forradas con piel de corderito, con su anagrama delante (uno por zapatilla). No sirven para beber champán pero, una vez bien pringadas con el sudorcito del líder, provocan éxtasis.