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Entrevista:Elecciones 2000

"IU debe entrar en el Gobierno si gana la izquierda"

Lleva 13 años al frente de Izquierda Unida (IU) y del Partido Comunista de Asturias. Ha conocido tiempos de acuerdo con el PSOE en el Principado y también de frontal desencuentro. Ahora apoya sin reservas el reciente acuerdo electoral entre ambas formaciones y va más allá: de formar gobierno la izquierda, cree que IU debe comprometerse con la asunción de carteras.Pregunta. ¿Qué le parece el acuerdo con el PSOE?

Respuesta. Es una apuesta valiente para lograr un gobierno de izquierdas con una política progresista y es el primer acuerdo de ámbito estatal en la izquierda española desde la transición.

P. ¿Por qué no ha sido posible hasta ahora?

R. En la izquierda habíamos tenido una retórica unitaria pero la práctica era muchas veces contradictoria. Y en su política de alianzas, el PSOE se dirigía hacia otras fuerzas en vez de hacerlo con la izquierda. Ahora, por primera vez, se gira y se abre una etapa de respeto mutuo y de reconocimiento de que la izquierda es plural.

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P. ¿IU no tuvo culpa alguna en los desencuentros?

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R. Nosotros teníamos una estrategia de unión de la izquierda, pero no fuimos capaces de concretarla. Esa incapacidad se debió en parte a nuestro problemas internos, un exceso de ideología, defectos en la precisión de esa política y porque, aunque mandábamos mensajes al PSOE, no logramos atraerlos a la negociación porque tampoco fuimos capaces de unir en torno a esa propuesta nuestra de diálogo a la izquierda social ni logramos crear una dinámica que rompiera la desconfianza. Ahora estamos ya en otro momento y este acuerdo no debe agotarse en estas elecciones generales, sino producir frutos más allá.

P. ¿Hasta dónde?

R. Igual que la negociación produjo una dinámica social y de ilusión que no habíamos previsto ambas fuerzas y que acabó favoreciendo el acuerdo, a partir de ahora la cultura de la izquierda tampoco será la misma.

P. ¿Las bases obligaron al pacto?

R. Había un ambiente que empujaba al acuerdo. Entre los negociadores había gente que no veía el acuerdo pero la negociación avanzó porque se generó un clima social que hacía muy difícil volver atrás. Supimos ver que quien abandonase la negociación lo pagaría muy caro.

P. ¿Beneficia por igual el acuerdo a PSOE e IU?

R. Al PSOE le beneficia porque si la derecha preveía que la campaña iba a girar sobre el PP y los nacionalismos, el acuerdo devuelve el protagonismo a la izquierda y el debate va cenbtrarse en el eje izquierda-derecha. Además, contribuirá a movilizar al electorado del PSOE, que se suele desmovilizar cuando ve lejos las posibilidades de Gobierno. A IU también nos beneficia porque, aunque veníamos defendiendo esta estrategia de acuerdo en el seno de la izquierda desde que gobierna el PP, ese talante no era percibido así por la opinión pública y se nos veía no como una fuerza diferenciada de izquierda, sino confrontada. El acuerdo nos da la oportunidad para corregir esa imagen y superar la desconfianza que existía en el espacio social de la izquierda.

P. Pero persisten muchas diferencias.

R. Ambas fuerzas perdemos algo de identidad, pero los principios de cada una no se modifican y sigue habiendo diferencias sobre el Plan de Estabilidad, Plan de Seguridad de la OTAN, etc. Pero los contenidos sociales del acuerdo son los que inclinaron la decisión y hacen del acuerdo un pacto progresista fuerte, no débil.

P. ¿Fueron un error las teorías del sorpasso y de las dos orillas?

R. Hay términos que se pueden utilizar internamente como explicación estratégica pero que, por ser expresiones cargadas de polisemia, admiten diversas interpretaciones si se utilizan en la retórica política. Pueden explicar algo en un momento muy determinado porque son expresiones plásticas, pero tienen una fecha de caducidad muy rápida. Todos somos responsables y debemos reflexionar sobre nuestro lenguaje político. Dentro de la izquierda puede haber posiciones centristas y liberales, como ocurre en el PSOE, y nuestro lenguaje no era entendido por sus electores, que se sienten de izquierda, ni aún por los más centristas de ellos porque también éstos se sienten progresistas.

P. ¿IU debe entrar en el Gobierno si la izquierda logra el 12 de marzo la mayoría?

R. Yo defiendo que IU se comprometa en el Gobierno. IU está capacitada y tenemos la experiencia de gobierno plural en Francia, que no sólo no ha debilitado el pluralismo, sino que lo ha fortalecido. La experiencia francesa es la que más está aportando a la renovación de la izquierda y a repensar desde la izquierda los problemas de este fin de siglo.

P. ¿El pacto consolida el liderazgo de Almunia?

R. Ha hecho una apuesta muy importante y ha incrementado su autoridad política.

P. Y acrecienta la figura política de Francisco Frutos.

R. Frutos ha sido una apuesta acertada de la dirección de IU. Es el candidato electoral idóneo y ha demostardo que es un dirigente con el que hay que contar. De todo esto sale reforzada esa fuerte humanización de la política que representa Paco Frutos.

P. ¿Mantiene usted su ofrecimiento para postularse como próximo coordinador general de IU?

R. En la próxima asamblea federal de Izquierda Unida debe haber un relanzamiento de la inicitiva política, una reconsideración de las tácticas y una necesaria renovación orgánica y de personas. Reitero mi disponibilidad, junto con otros, para llevar a cabo esa renovación.

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