Almunia pide a los ciudadanos que llenen las urnas de votos como respuesta a la violencia de ETA

La campaña socialista empezó anoche de una manera inusual. Su candidato a la presidencia, Joaquín Almunia, no pidió el voto para su partido, sino que instó a todos los españoles, sobre todo a los vascos, a que vayan a votar el 12 de marzo porque "la derrota de ETA va a ser una gran participación en las urnas". Los asesinatos de ETA en Vitoria marcaron el primer acto electoral oficial del PSOE y de su candidato que, no obstante, transmitió el mensaje de que hoy el presidente de Telefónica, Juan Villalonga, y otros 10 presidentes de empresas privatizadas empiezan a cobrar 80.000 millones de pesetas.

Almunia indicó que a estos empresarios les ha tocado el gordo porque empiezan a cobrar los 80.000 millones de las opciones sobre acciones.Pero el asesinato en Vitoria del dirigente socialista Fernando Buesa y de su escolta, el agente de la Ertzaintza Jorge Díez, y tan sólo hace cinco semanas la muerte del teniente coronel Pedro Antonio Blanco, todos a manos de ETA, fueron el objeto preferente de Almunia para empezar su campaña.

Su mensaje fue claro: "La derrota de ETA el 12 de marzo va a ser la de una gran participación en las urnas", dijo Almunia, para quien es fundamental que la movilización sea especial en el País Vasco. "Todos a votar para derrotar la consigna de la abstención de EH [Euskal Herritarrok]", dijo el dirigente socialista.

Dolor y firmeza

El dolor de Almunia por la muerte de Fernando Buesa se reflejó en su tono, pero en distintos momentos dio muestras de sobreponerse elevando la voz y con un tono de tal vehemencia que el silencio del Polideportivo de Fuenlabrada, a pesar de sus más de 5.000 asistentes, se cortaba en el aire. "Convertid el dolor en firmeza, votar es un acto militante a favor de la libertad, porque ETA, los asesinos, tienen que saber que aunque maten no hacen temblar nuestra democracia, sino que nos reafirman en nuestras convicciones para defender la paz y la libertad de todos".

Antes, quienes precedieron a Almunia, también hablaron de la lucha con las armas de la democracia contra ETA. El secretario general de los socialistas madrileños, Jaime Lissavetzky, recordó una frase de Pablo Iglesias, fundador del PSOE: "Los socialistas no mueren, se siembran". El alcalde de Fuenlabrada, José Quintana, pidió la máxima solidaridad para los socialistas vascos, y lo mismo hizo el secretario general de Nueva Izquierda, Diego López Garrido. La actriz María José Goyanes y el actor Juan Echanove acompañaron a los socialistas en este primer acto de campaña, y fue este último el encargado, "con dolor", de pedir un minuto de silencio, mientras sonaba El canto de los pájaros, de Pau Casals.

El exjefe del Gobierno Felipe González, por su parte, afirmó ayer en declaraciones a CNN+ que "la situación ha empeorado" en Euskadi, las imputaciones de unos y otros "aumentan la crisis de confianza" en la sociedad y advirtió de que "los ciudadanos lo que quieren son respuestas". González evitó pronunciarse sobre si es o no el momento para decidir si el lehendakari, Juan José Ibarretxe, debe dimitir, pero sí aseguró que "el Pacto de Estella está roto".

Para el final del mitin, Almunia dejó la parte crítica contra el Gobierno de José María Aznar trazando en apretada síntesis las líneas de ataque al adversario. Los cálculos del líder del PSOE le llevan a afirmar que 100 directivos de Telefónica se reparten 80.000 millones de pesetas, y 5.000 millones son para su presidente, Juan Villalonga. También, según sus cálculos, con ese dinero "un Gobierno progresista podría hacer muchas cosas: 160 institutos, subida de las pensiones mínimas a tres millones de jubilados, 10 hospitales comarcales...".

"Frente a los 11 amigos de Aznar, nosotros nos presentamos con 11 puntos de gobierno con Izquierda Unida", contrastó Almunia, que acabó su primer mitin oficial pidiendo a Aznar, otra vez, que acepte un debate televisivo.