Las juezas acusadas de prevaricar negaron conocer o querer favorecer a una colega en un pleito
Las dos juezas acusadas de prevaricar para favorecer a una compañera de profesión en un pleito civil defendieron ayer con uñas y dientes su inocencia en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJ). María Jesús F. L., titular del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia, y Begoña O. N., sustituta que ejerció ese órgano, negaron ayer que cualquiera de las resoluciones que tomaron en el expediente abierto por la escolarización de una niña fuera injusta. Es más, aseguraron que ni siquiera conocían a la madre de la menor, supuestamente favorecida.
Las procesadas negaron que cualquiera de sus resoluciones en ese asunto hubiera sido rectificada, prefabricada o amoldada a un objetivo concreto: favorecer a la mujer -juez del TSJ- que pleiteaba con su ex pareja por la escolarización de la hija de ambos. Al contrario. Durante los tensos interrogatorios protagonizados con la acusación particular -ejercida por el padre de la niña, abogado- las magistradas insistieron en que sus decisiones siempre fueron tomadas en beneficio de la menor, que finalmente favorecieron al querellante y que difícilmente pudieron favorecer a su compañera, a la que ni conocían ni sabían que estuviera inmersa en ese procecidimiento.
La acusación particular no piensa así, por lo que solicita 12 años de inhabilitación para la titular y 11 para la sustituta. En opinión del padre de la menor -que promovió un expediente de jurisdicción voluntaria, que finalmente ganó, después de que su mujer cambiara de colegio a su hija sin previo aviso- las procesadas permitieron recurrir una decisión que hubiera debido ser firme y, por tanto, alargaron artificialmente un procedimiento que impidió que la pequeña volviera al colegio del que nunca debió salir.
Las dos procesadas negaron esta tesis, aceptada por el instructor del caso pero no compartida por la Fiscalía, que solicita la absolución de las magistradas. Así, María Jesús F. L. permitió recurrir una decisión de la juez suplente y suspendió la vuelta de la pequeña a su anterior colegio en aras a "la estabilidad de la menor". Tal como declaró ayer, su decisión no estaba influida por la visita que le hizo poco antes su compañera. "Nunca había visto a esa señora", dijo ayer durante el juicio.
Begoña O. N., que comparte abogado defensor (Pedro Nacher) con su compañera de banquillo, se pronunció en parecidos términos. Aunque se negó a contestar las preguntas de la acusación, en contestación al fiscal, Miguel Miravet, reconoció que cometió "un error" al resolver un pleito utilizando un artículo del Código Civil que no permitía ulterior recurso.
Por eso rectificó, aseguró en la vista, y no por las presiones de la juez del TSJ -"no sabía que participaba en el procedimiento", declaró- o por las indicaciones de la titular del juzgado. Las simples alusiones a esa posibilidad "van contra mi dignidad profesional", clamó Begoña O. N., quien defendió su trabajo a capa y espada. "Todas mis decisiones son muy meditadas". El juicio continuó en sesión de tarde.
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