Frutos reivindica la política frente al poder actual de los banqueros
El cabeza de lista de Izquierda Unida, Francisco Frutos, tiene muy claro cuál es el flanco débil, en su opinión, del Gobierno del PP: el poder que con José María Aznar en La Moncloa han logrado los bancos y grandes empresas como Telefónica, especialmente tras el último pacto entre la empresa de telecomunicaciones y el BBVA, que Frutos ha llegado a definir como "orgía mediática y financiera". "Estamos en un gobierno de los bancos, una especie de realidad virtual", exclamó ayer en un mitin en Alcorcón (Madrid). Precisamente para luchar contra ello, según Frutos, y para recuperar la "verdadera política", IU ha firmado el pacto con el PSOE para lograr que un nuevo Gobierno "de izquierdas" que ponga freno al desorbitado poder alcanzado por personajes como Juan Villalonga, presidente de Telefónica y amigo de Aznar, que lo colocó en ese puesto antes de que la empresa se privatizara. Frutos se comprometió a luchar para que los "prototipos" de la sociedad no sean "los Villalonga o, como hace unos años, Mario Conde" el ex presidente de Banesto y ahora líder de UC-CDS.
El candidato de IU, que dedicó la mayor parte de su intervención a explicar las bondades del pacto con el PSOE, se reclama heredero de dos siglos del movimiento obrero, y por ello se compromete a luchar para mantener los logros "conseguidos después de muchas luchas" y que ahora se están perdiendo.
Anguita, a la defensiva
Mientras el discurso de Frutos se hizo en positivo, el coordinador general, Julio Anguita, se mostró en Córdoba totalmente a favor de lo que considera "un buen acuerdo", aunque lanzó mensajes que suenan claramente a postura defensiva, como el anuncio de que IU no se retirará de ninguna circunscripción electoral, informa José Luis Rodríguez. Frutos ni siquiera citó este asunto tal vez porque considera innecesario recordar algo que está descartado.
El todavía líder de la coalición de izquierdas señaló que la iniciativa de alcanzar un acuerdo con los socialistas partió de Frutos, y no del secretario general del PSOE, Joaquín Almunia. Para Anguita, los socialistas aceptaron el acuerdo "porque tienen necesidad de escaños". Este es precisamente uno de los temas que Frutos evita comentar en sus discursos, porque uno de los pactos implícitos con los socialistas consiste en que ninguna de las dos fuerzas critique los motivos de la otra para llegar a acuerdos, ya que IU, por ejemplo, podría ser acusada de acercarse al PSOE sólo porque estaba en una situación de crisis con pésimas expectativas electorales.
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