Examen de selectividad en la F-1

"No me imagino que Frank Williams lo haya elegido si no tuviera la certeza de que puede desempeñar a la perfección el oficio de piloto de fórmula 1". A pesar de esta matización de respeto hacia el patrón de la escudería británica BMW Williams, Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), considera que las normas son las normas y no está dispuesto a transigir. Por más que Jenson Button sea ya considerado la gran esperanza británica para suceder a Damon Hill y Nigel Mansell y que esté llamado a convertirse en el quinto piloto más joven en el medio siglo de existencia de la fórmula 1, tendrá que pasar un examen para obtener la superlicencia que se requiere para participar en el Mundial.La mayoría de pilotos llegan a la máxima categoría con esa superlicencia en el bolsillo gracias a sus resultados en pruebas consideradas como la antesala de la F-1, caso de los españoles Marc Gené y Pedro Martínez de la Rosa, que brillaron anteriormente en las fórmulas 3.000 internacional y Nissan y 3.000 japonesa respectivamente. Button es la apuesta personal de Williams que le anunció como compañero de Ralf Schumacher el pasado 24 de enero después de haber realizado las últimas pruebas en Barcelona y media hora antes de la presentación de la escudería. Se dedicó a diferentes fórmulas kart y al margen de ello brilló en la fórmula Ford y en el campeonato de fórmula 3 británico. Pero no posee los mínimos requeridos por la FIA. Lo mismo le sucedió hace dos años al argentino Esteban Tuero que tuvo que pasar un examen en Mugello antes de poder convertirse en piloto oficial de Minardi.

Mosley anunció que Button deberá demostrar que es lo suficientemente rápido y hábil conduciendo un monoplaza 300 kilómetros en dos días consecutivos bajo la supervisión de 26 comisarios de la FIA de los que al menos 18 deberán dar su aprobación. Todo apunta a que lo que pretende Mosley es que nadie se tome a la ligera la consecución de la superlicencia. "Nos tomaremos el asunto con mucha seriedad para estar seguros de sus aptitudes y de que no será un peligro para él mismo y para quienes compitan junto a él. Ninguna escudería puede asumir que la superlicencia se otorga automáticamente", ha asegurado el presidente de la FIA.

La semana pasada Button no pasó esta prueba en Suráfrica, pero él y su equipo dijeron que falló debido a la lluvia que cayó sobre el circuito de Kyalami. Sin embargo el piloto británico ya demostró su rapidez superando incluso en algunas vueltas rápidas a su compañero Ralf Schumacher. Las próximas pruebas que tiene previsto efectuar la escudería BMW-Williams se celebrarán del 23 al 25 de febrero en el circuito de Jerez para concluir los ensayos a finales de mes en el trazado de Silverstone.

Si todo sale como está previsto, Button -hijo de un ex piloto de pruebas de rallycross que compitió entre otros contra el padre del piloto de Benetton, Alex Wurz-, se convertirá el próximo 12 de marzo en Australia, con 20 años y 53 días, en el sucesor de los cuatro pilotos más jóvenes en la historia de la F-1: el neozelandés Mike Thackwell (Tyrrell en 1980 con 19 años y 182 días), el mexicano Ricardo Rodríguez (Ferrari en 1961 con 19 años y 208 días), el argentino Esteban Tuero (Minardi en 1998 con 19 años y 320 días) y el neozelandés Chris Amon (Lola en 1963 con 19 años y 324 días). "No sére el más joven debutante pero, por el contrario, sí que me gustaría convertirme en el más joven campeón del mundo de la categoría lo cual implicaría batir el récord de Emerson Fittipaldi que lo fue en 1972 con 25 años", afirma el ambicioso Button.