La UEFA da la espalda a las demandas de los clubes más potentes de Europa
A falta de siete meses para los Juegos de Sydney, con el conflicto generado por la convocatoria de Rivaldo y Roberto Carlos para jugar con Brasil tres días antes del Madrid-Barça y con un puñado de futbolistas de clubes europeos concentrados hace semanas para la Copa de África, la UEFA obvió ayer de nuevo el problema. En su primer comité ejecutivo de 2000 ni siquiera estudió un calendario unificado y silenció la propuesta del G-14, que agrupa a los clubes más rutilantes de Europa. Juan Onieva, vicepresidente del Madrid, estalló: "Es un abuso, vamos a explotar".
La convocatoria de los jugadores Rivaldo y Roberto Carlos para el partido que Brasil disputará el próximo 23 en Tailandia, tres días antes del Real Madrid-Barcelona de Liga, ha desatado de nuevo las críticas de los dirigentes del club madridista. Su vicepresidente Juan Onieva no se cortó a la hora de valorar el comportamiento de la UEFA y de la FIFA en este asunto. "Es un escándalo lo que está pasando con Brasil y su selección que repugna a la lógica y a la razón. Y todo por la especulación de una marca deportiva", se desahogó el vicepresidente del Madrid.Para Onieva este conflicto es un desprecio más de la UEFA al G-14, cuyo presidente es también el del Real Madrid, Lorenzo Sanz. Los calificativos de Onieva a la UEFA no pueden ser más sonoros y así no se recata de tildar como "un auténtico abuso" la postura adoptada por el máximo organismo del fútbol europeo.
Las reivindicaciones planteadas por el G-14 a la UEFA y a la FIFA, según Onieva, pretenden solucionar con el diálogo y la negociación problemas como los surguidos con la convocatoria de Rivaldo y Roberto Carlos para jugar un partido amistoso con Brasil. "Pero la respuesta que recibimos es el desprecio y el desaire", señaló el vicepresidente madridista.
Esa respuesta llegó a través de una carta del director ejecutivo de la UEFA, Gerhard Aigner, a Lorenzo Sanz como presidente del G-14 y de la que se envió copia a la federación española. "Los presidentes de la UEFA y de la FIFA", indica el escrito, "desean aclarar que el denominado G-14 es un grupo de intereses autoproclamado defensor de intereses de los clubes grandes que no goza del reconocimiento de organismos futbolísticos nacionales ni internacionales. En consecuencia, dicho grupo de clubes no puede presentarse como interlocutor de organismos superiores". Aigner viene a decir que los clubes se han equivocado de ventanilla y que antes de llegar a ella han de pasar por el tamiz de las federaciones de los clubes.
La carta no puede ser más absurda para Juan Onieva. "¿Cómo se puede ignorar la fuerza del fútbol profesional?", se pregunta el vicepresidente madridista. "Tramitar por las federaciones reivindicaciones que van en contra de ellas, como son las que planteamos nosotros, no tiene sentido. No somos tan insensatos", concluyó Onieva.
Los clubes del G-14 tendrán una buena oportunidad para responder a la UEFA los próximos días 15 y 16. En estas fechas dirigentes del máximo organismo del fútbol europeo mantendrán en Ginebra reuniones de trabajo con representantes de los principales clubes europeos y de sus federaciones para tratar estos asuntos. Pero, como quedó de manifiesto ayer con el silencio de la UEFA, las posiciones parecen antagónicas.
Onieva aventura la posición del G-14: "La UEFA está tensando demasiado la cuerda, están despreciando nuestras propuestas y es un gravísimo error que les costará caro. Lanzamos una llamada al diálogo y no obtenemos más que desprecio. Esta postura al final no va a tener más salida que la explosión".
La UEFA, para el vicepresidente madridista, no está asumiendo su responsabilidad en la proliferación de torneos internacionales. "Es un auténtico abuso y se organizan sus campeonatos cuando les da la gana, como sucede con los Juegos Olímpicos, el Mundial de Clubes, o la Copa de África... Esto estallará por algún lado", fue el aviso final del vicepresidente madridista.
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