Sólo el Madrid puso objeciones a Villar El presidente de la Federación , único candidato, reelegido por otros cuatro años

Ángel María Villar, de 50 años, fue ayer reelegido presidente de la federación de fútbol. Se trata de su cuarto mandato seguido en el cargo, al que accedió por primera vez en 1988. Villar, que fue candidato único, pasa a ser el presidente que más años ha ocupado el puesto. Su reelección fue abrumadora, pues de los 143 votos emitidos, 137 fueron a su favor, cuatro resultaron nulos y dos en blanco, eso sí, uno de ellos del Real Madrid, como confirmó su presidente, Lorenzo Sanz.La reelección de Villar se produjo mediante los votos de la asamblea del fútbol, compuesta según la Ley del Deporte, por: los 19 presidentes de las federaciones autonómicas (inluidas Ceuta y Melilla), 66 clubes -de ellos sólo 26 profesionales-; 38 futbolistas -sólo 15 de Primera y Segunda A-; 11 árbitros; 11 entrenadores -entre ellos dos técnicos de la federación, Camacho y Sáez- y 14 representantes del fútbol sala. Varios jugadores no ejercieron su derecho a voto, caso de los más relevantes, como Guardiola, Kiko, Molina, Alkiza y Aguado, entre otros. Preguntado al respecto, Villar respondió: "Es lógico, el lunes es día de descanso para los futbolistas".

El Madrid, representado por Sanz y su vicepresidente Juan Onieva, se destacó por su oposición a Villar, acentuada al ser convocados Hierro y Raúl con la selección para un amistoso con Polonia que coincidía con un Madrid-Betis. Sus dirigentes no se levantaron de sus asientos ni aplaudieron, como el resto de asambleístas, al conocerse el resultado de la votación. "He votado en blanco por coherencia", explicó Sanz, después de ironizar sobre lo disputada que había sido la votación y asegurar que el reparto solidario del dinero del fútbol es "un canto a los clubes pequeños". Sanz, además, indicó que Villar no le ha ofrecido ser directivo. "No lo voy a ser ", aclaró, "mientras él sea presidente. ¡Que aguante el que quiera!". Villar se limitó a tender su mano a los directivos madridistas.