Borrell se implicará a fondo en la campaña tras el pacto con IU
Tras meses de titubeos y de deshojar la margarita sobre si abandonaba o no la primera línea política, José Borrell anunció ayer que se implicará a fondo en la campaña electoral del Partit dels Socialistes (PSC) porque el pacto entre el PSOE e Izquierda Unida (IU) supone a su juicio la confirmación de la "opción estratégica" que él defendió cuando fue cabeza de cartel del PSOE. "¡Ahora más que nunca, ésta es mi campaña!", exclamó Borrell en el acto que dio el pistoletazo de salida de la precampaña del PSC.
Como empieza a ser tradición, los socialistas catalanes abrieron su precampaña en el teatro Principal de Barcelona con el acto de presentación de sus candidatos, al que acudieron más de 800 simpatizantes. Pero a diferencia de la pasada campaña autonómica, en la que los socialistas catalanes se marcaron la prioridad de acercarse al centro político, en el acto de ayer los oradores del PSC coincidieron en sus intervenciones en subrayar el carácter netamente de izquierdas de su formación política, favorecido por el reciente pacto entre el PSOE e IU."En la próxima campaña no creo que organicemos demasiadas cenas con empresarios", comentaba jocoso un dirigente del PSC tras el acto. Los 10 oradores que participaron en el acto, que tuvo como eslogan La primavera empieza el 12 de marzo [fecha de las elecciones], mostraron su satisfacción por las perspectivas electorales de los socialistas tras el pacto con IU y pusieron énfasis en destacar la confrontación entre izquierda y derecha. Eso sí, dejando claro que la aproximación a IU no supone ninguna "radicalización" del PSC.
Opción estratégica
Borrell, que ocupa el número dos de la lista socialista por Barcelona, mostró con especial ahínco su satisfacción por el acuerdo. El ex candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, que fue ayer el dirigente más vitoreado, consideró que la aproximación a IU supone el triunfo de la opción estratégica que él propugnaba en el partido. "¡Ahora más que nunca, ésta es mi campaña!", exclamó en referencia al pacto.
Después de dimitir como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Borrell inició un largo periodo de reflexión sobre su futuro en la política y su papel en la campaña electoral para las generales. Al final, aceptó el segundo puesto en la lista del PSC por Barcelona, justo detrás de Narcís Serra, aunque hasta el último momento estuvo tentado de retirarse de la política.
Borrell despejó ayer todas las dudas sobre su predisposición a implicarse a fondo en la campaña electoral, y no ocultó que el acuerdo con IU ha contribuido a devolverle la "alegría". El dirigente socialista empezó su intervención en el acto de ayer subrayando que cuando le preguntaban si prefería pactar con IU o con los nacionalistas su respuesta era siempre la misma: "Con IU, si es posible".
PASA A LA PÁGINA 4
Serra niega que el pacto de izquierdas haga más radical al PSC y compara al PP con la CEDA
VIENE DE LA PÁGINA 1 Ante cerca de 800 simpatizantes que no dejaron de jalearle, Borrell mostró su satisfacción de que, tras el pacto, el auténtico eje de la campaña electoral será la contraposición entre derecha e izquierda. A su juicio, ello servirá para que las formaciones nacionalistas dejen de "regatear" y ayudará a "hablar más de los problemas de los españoles que de los problemas de España". "Demasiado a menudo hablamos de los problemas de la estructura de España y no tanto de los problemas de la gente", añadió.
El primer secretario del PSC y cabeza de lista por Barcelona, Narcís Serra, también mostró su satisfacción por el acuerdo con IU, pero no por ello dejó de apelar al voto útil de los progresistas catalanes en favor de las candidaturas socialistas: "Quien quiera un gobierno de progreso ha de votar al PSC, en el Congreso, y a la Entesa en el Senado", afirmó.
Peligros
El líder del PSC esgrimió los "éxitos" de los gobiernos de Francia, Italia y Alemania -donde gobierna, con diferentes modalidades, la "izquierda plural"- para demostrar la "normalidad" que a su juicio supone el pacto con IU, la coalición encabezada por el Partido Comunista. "Nuestros adversarios presentan el acuerdo como una radicalización, a veces en términos que recuerdan a la CEDA [la coalición de derechas de la Segunda República]", añadió, antes de interrogarse retóricamente: "¿Cuál es el punto peligroso del pacto?". Y prosiguió, en tono irónico, sus preguntas: "¿Las 35 horas negociadas por empresarios y trabajadores? ¿La educación? ¿La mejora del poder adquisitivo de las pensiones más bajas?".
En el acto de inicio de la precampaña del PSC tuvo también un puesto destacado la defensa de la Entesa Catalana de Progrés, la coalición unitaria de la izquierda parlamentaria catalana para el Senado, que agrupa al PSC, Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V). Esta coalición formará un grupo parlamentario propio al margen del PSOE. Además, los promotores de la lista unitaria de los partidos de izquierda de Menorca anunciaron el sábado su intención de incorporarse a la Entesa si logran escaño.
Dos de los candidatos socialistas a senadores a través de la Entesa tomaron la palabra: Isidre Molas, que volvió a dar un mitin después de 16 años de no hacerlo, y Jordi Solé Tura, quien se mostró convencido de que en la próxima legislatura se alcanzará la reforma federal del Senado. "Hace 20 años luché por un Senado federal y perdí", dijo al evocar su trabajo como ponente de la Constitución de 1978.
El jefe de la oposición socialista en el Parlamento catalán, Pasqual Maragall, subrayó que a partir de ahora la "voz de Cataluña" en el Senado será la Entesa y no Convergència i Unió (CiU). Maragall se mostró sarcástico con la coalición nacionalista y auguró que no logrará ni siquiera formar grupo parlamentario. El líder socialista afirmó que en este caso -que se daría si la Entesa se impone en las cuatro circunscripciones catalanas-, la coalición progresista podría estudiar la posibilidad de ceder un senador a CiU para que pueda tener grupo propio.
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