"Hoy los actores se enfrentan muy mal al verso del Siglo de Oro"

La actriz catalana María Paz Ballesteros ha obtenido el reconocimiento por su labor en los escenarios españoles, pero, así y todo, no goza de la popularidad de otras actrices por su nulo interés por salir en las series de televisión. Ballesteros prefiere el teatro, como demostró el lunes en la conferencia que ofreció en Vitoria dentro de los actos del cuarto centenario de Calderón de la Barca, organizados por la Casa de Cultura y el Taller de Artes Escénicas de la capital alavesa. Ballesteros se encuentra en estos momentos representando en Barcelona la última obra de Antonio Gala, junto a Concha Velasco.Pregunta. ¿Cuáles son los principales rasgos de la figura de Calderón de la Barca?

Respuesta. En sus 81 años de vida, Calderón pasa por muchos avatares, dado el éxito de su obra y su cercanía al poder, que le dieron una popularidad considerable. Pero yo destacaría, en el ámbito estrictamente teatral, su apuesta por la escenografía. A él se deben también las primeras incursiones en lo que luego se llamaría ópera. Además, hay que verlo desde la perspectiva de lo que fue el siglo XVII y tener en cuenta quiénes gobernaban entonces en España, con un cristianismo fuertemente impuesto y el rechazo a musulmanes y judíos.

P. Otro de los ingredientes habituales en el teatro de Calderón es el honor.

R. El honor es algo que también lleva la época y la condición masculina, que es la que domina entonces el país. La mujer se desenvuelve gracias a la astucia femenina. Calderón incide más en el honor, pero no siempre desde el mismo punto de vista: a veces lo toma en broma, como en esas comedias deliciosas que escribió, y en otras ocasiones se presenta trágico en esos dramas que le dan la dimensión mundial, como El alcalde de Zalamea. Frente a esa vinculación casi monotemática del honor con Calderón, también señalaría las apariciones continuas del tema del incesto. El teatro siempre ha sido crítico desde su origen, y aparece más en unas épocas que en otras.

P. Esa crítica escasea en el Siglo de Oro.

R. De ese momento me apasiona el virtuosismo literario y las relaciones intertextuales entre las comedias de los distintos autores, cruzadas de referencias. Porque las críticas eran inexistentes; Calderón estuvo muy al lado del poder. Hasta fue censor.

P. ¿Cómo se enfrentan los actores de hoy en día al verso del Siglo de Oro?

R. Mal, muy mal. Hasta la guerra civil, se contaba con lo que podría llamarse una escuela de teatro española que se empezó a perder con la diáspora de 1939, cuando todas las personas que podían enseñar esa forma de interpretar se van a América. Una abanderada de aquel arte es Margarita Xirgu. Hay muchas formas de afrontar el verso, pero hay que tener en cuenta siempre la cadencia, el ritmo o el oído musical.