El PSOE rebaja de 34 a 14 las provincias en las que pide a IU que retire sus listas
El escollo de las negociaciones entre el PSOE e IU en busca de un posible gobierno de izquierdas tras el 12-M continúa no precisamente en el contenido del programa común, como cabía esperar de los mensajes que durante meses venía lanzando la formación de Julio Anguita, sino en la fórmula para concurrir a las elecciones. La negociación se detuvo anoche después de que IU retomara durante casi tres horas, sin éxito, la posibilidad de una coalición, que los socialistas ya habían descartado la noche anterior por "razones insuperables". Ahora, IU tiene sobre la mesa una nueva oferta, en la que se rebaja la retirada de sus candidaturas de 34 a 14 provincias. Los socialistas, además, mantienen intacta la apertura de sus listas para el Senado en 30 provincias a miembros de la coalición. IU, en principio, no acepta, aunque dedicará la jornada de hoy a meditar su respuesta.
Los negociadores del PSOE e IU se mantuvieron ayer, en su segunda reunión, "al borde del precipicio", a punto unas veces de romper y enseguida de acordar, recordando las durísimas negociaciones de convenios sindicales, según apreciación de miembros del PSOE. A todos les cuesta romper, por lo que hoy, antes de tomar cualquier decisión, volverán a hablar telefónicamente los dos cabezas de delegación, Ciprià Ciscar, por el PSOE, y Víctor Ríos, por IU, con el interés de establecer posiblemente una nueva cita el domingo, si hubiera bases para la negociación.Después de casi tres horas de reunión, el rostro de los negociadores era anoche muy distinto al de la jornada anterior. Gestos graves presidieron la salida de los 6 designados por ambas fuerzas políticas. La incomprensión o el desconocimiento de un partido respecto a otro se puso de manifiesto al considerar respectivamente que las ofertas eran inadmisibles. Izquierda Unida se pregunta perpleja cómo es posible que el PSOE considere admisible que una fuerza política se retire de unas elecciones y, por tanto, sus siglas desaparezcan, ya sea en 34 o 14 provincias. En el PSOE, con el mismo asombro y perplejidad, interrogan al aire cómo puede rechazarse su oferta, ahora que han descendido sus demandas.
El secretario general de los socialistas, Joaquín Almunia, se apresuró ayer, a las 13.30, horas antes de la segunda reunión, que comenzaba a las 6 de la tarde, a anunciar una nueva oferta: IU no tendrá ya que renunciar a presentarse en 34 circunscripciones, sino solamente en 14, y además el PSOE mantiene su oferta de abrir a miembros de IU sus listas al Senado en 30 provincias, aquellas en las que el PP tiene tres parlamentarios y los socialistas uno. Se trataría de que con los votos del PSOE y de IU, pudiera darse un vuelco a la situación de manera que hubiera dos senadores socialistas y uno de IU, con lo que sólo el cuarto sería para los populares. Así, IU podría formar su propio grupo parlamentario en la Cámara alta, algo que no ha conseguido nunca hasta ahora.
"Parece que la propuesta que ayer nos hizo IU estaba formulada más para romper que para seguir el diálogo", dijeron fuentes oficiales del PSOE al término de la reunión. En su criterio, la fórmula de una coalición electoral era de por sí "imposible", ya que el plazo para inscribirla ante la Junta Electoral Central finalizaba anoche y antes habría que sortear inumerables escollos, como las consultas pertinentes a los correspondientes órganos de decisión de las dos formaciones y el consecuente debate sobre la financiación para costearla.
La coalición
Según las normas electorales, para constituir una coalición se necesita dotarla, efectivamente, de un órgano y unos estatutos. Dicho órgano debe estar formado por un representante general, un administrador y 52 representantes, uno por cada provincia. Además, debe tener una denominación, unas siglas y unos símbolos. Todo esto hacía para el PSOE que fuera imposible el planteamiento, mientras que para IU no lo era. La coalición de Anguita incluso propuso la presencia inmediata de técnicos jurídicos de las dos fuerzas políticas para que trabajaran en las pocas horas que quedaban hasta la medianoche.
IU no admitió otro debate. Las discusiones en torno a la coalición hicieron imposible que se pasara a discutir, como intentó el PSOE una y otra vez, la nueva propuesta que Joaquín Almunia había formulado horas antes. Almunia comunicó por teléfono a Francisco Frutos, cabeza de cartel de IU, la rebaja de sus pretensiones y el acercamiento en cuestiones programáticas. Después compareció ante los medios de comunicación en la sede de su partido para informar de esa comunicación, que ya iba de camino, por escrito, a la sede de IU.
De las treinta y cuatro provincias iniciales en las que el PSOE pretendía que IU se retirara, la propuesta se queda en las 14 siguientes: Álava, Badajoz, Baleares, Burgos, Castellón, Ciudad Real, Guipúzcoa, Huesca, A Coruña, Salamanca, Tenerife, Teruel, Toledo y Valladolid. Los cálculos de los socialistas indican que sumando los votos que cada cual obtuvo en las elecciones del 96, que en el caso de IU no se tradujo en representación parlamentaria, caería del lado de la izquierda un escaño más, que perdería el PP. Izquierda Unida mantendría sus candidaturas en todas las circunscripciones en las que obtuvo escaños hace cuatro años.
Pero de todo esto no hubo oportunidad de hablar, por lo que el PSOE quiere interpretar que Izquierda Unida sí debatirá sobre las mismas, y si ven posibilidad de continuar el diálogo propondrá al PSOE reanudar las conversaciones mañana mismo, domingo. Precisamente Almunia advirtió de que mañana por la noche debe haber acuerdo o ruptura, ya que reunirá a la ejecutiva federal el lunes para tratar sobre lo acontecido.
Horas antes del estancamiento, el líder del PSOE se mostró en público comprensivo respecto a la dificultad de IU de no comparecer en 14 circunscripciones, pero "hay aspectos", dijo, "que no se pueden obviar si se quiere que los votos tengan consecuencias positivas ya que el acuerdo es para gobernar".
De nada vale para el PSOE acordar un programa, un manifiesto o todos los documentos que se quiera si no se consigue una mayoría para gobernar y, por tanto, para ejecutar un programa. El objetivo del PSOE al plantear esta negociación es el de obtener doce o quince escaños más que los que obtendrían en solitario, por lo que no puede disociar, según reiteró ayer Almunia, el programa de esta fórmula electoral que les permita traducir en escaños todos los votos de ciudadanos progresistas.
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